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NAVIDAD (Lucas 2:8–20)


Es la celebración anual en la que se conmemora el nacimiento de Jesucristo en Belén de Judea, profetizado por Miqueas, corroborado según los evangelios de San Mateo y San Lucas. Después de la Pascua de Resurrección es la fiesta más importante del año eclesiástico cristiano. Los evangelios no mencionan fechas exactas del nacimiento de Jesús. De hecho, el día de Navidad no fue oficialmente reconocido hasta el año 345, cuando por influencia de Juan Crisóstomo y Gregorio de Nacianceno se proclamó el 25 de diciembre como fecha del Nacimiento de Jesús. Actualmente, la Navidad es una fiesta más profana o secular que religiosa.

Es tiempo de gran actividad comercial e intercambio de regalos, reuniones y comidas familiares. En los países de América Latina, se celebra especialmente la Nochebuena (24 de diciembre) con una cena familiar para la que se elaboran una diversidad de platillos tradicionales, postres y bebidas tradicionales como, por ejemplo: champurrado, ponche, atole de canela, rompope sin alcohol, ponche de mandarina, ponche de ciruela, atole de guayaba, etc.

Diciembre en nuestra cultura es Día de Fiesta-para los que tienen- mientras que, para otros, es tristeza, depresión, soledad. Sin embargo, no debemos olvidad que: La Navidad es un tiempo de renunciamiento: del pecado, los malos hábitos, los placeres egoístas. La Navidad es un tiempo de redención y rendición: rendición a Cristo, aceptación a Él como Rey. La Navidad es un tiempo de dar, no recibir.

El evangelio san Lucas enfatiza de una forma breve lo siguiente:

El mensaje de la Navidad fue: 1.- Enigmático, Inexplicable, difícil de explicar y comprender; inaccesible a la razón y por lo tanto debe ser objeto de la Fe del creyente: «Os ha nacido hoy un Salvador que es Cristo el Señor». Misterio inexplicable. El Señor de la gloria nace en un pesebre, despojado de su majestad celestial y envuelto en humildes pañales. Aquel que es la gloria del Cielo y la luz del mundo nace de noche, en un pestilente establo y como cama un pesebre.  2. Bueno «os doy nuevas». La voz que dio la ley en el Sinaí, trajo solamente temor y temblor. La ley era santa, justa y buena, mas no traía ninguna buena nueva para los pecadores, mas ahora; El Evangelio trae buenas nuevas porque proclama el nacimiento del Salvador. 3. Alegre: «Nuevas de gran gozo». Su primera nota: «No temáis». Sí, no temáis la profundidad de la vida pecaminosa, ni el número de nuestros pecados, nuestra propia flaqueza, ni los enemigos externos del alma, porque nos ha nacido un Salvador.

 

Nosotros nos alegramos en Dios por nuestro Señor Jesucristo. 4. Personal: «Os ha nacido hoy». Los pastores de Belén no podían dejar de creer que ese bendito mensaje de Dios era para todos los que lo oyesen: «Oíd, y vivirá vuestra alma». 5. Universal: «Que será para todo el pueblo». Cuando nuestro Señor Jesucristo estaba envuelto en pañales, o cuando estaba delante de Pilato, era, a los ojos de los hombres, muy insignificante, comparado con Pilato o con el emperador de Roma. Más, ¿dónde están ellos hoy? Entre tanto, el mundo es ahora bendecido porque Cristo murió por la humanidad: «Todas las naciones lo llamarán bienaventurado».

 

Finalmente, no dejemos que el mundo nos envuelva, con su espíritu y mercadotecnia, que podamos decir el día de hoy «Gloria a Dios en las alturas, y paz y buena voluntad para con los hombres». Tengamos buena voluntad para con los hombres. Celebremos dignamente la navidad, anunciando el Evangelio, ayudando al pobre, al menesteroso, a la viuda, al desamparado, al huérfano, y, por último; llevando al pecador a los pies de nuestro Redentor Cristo Jesús.

Pbro. Rodolfo Torres Pérez

 

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