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¡Viva el retorno a la Escritura!


“Escudriñad las Escrituras… ellas son las que dan testimonio de mí” Juan 5:39.

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Somos metodistas y nuestro quehacer teológico se basa en un cuadrilátero: Biblia, razón, experiencia y tradición. Ese orden es en prioridad; es decir, la Biblia es la base de toda verdad de DIOS sin descartar a la razón, tradición y experiencia pero estando supeditado éstas tres a la Palabra del Señor.

Este año se conmemora 499 años de la reforma protestante: el tiempo del retorno a la sola Escritura, momento más que histórico un legado a las generaciones del hoy a no rezagar la importancia de esta victoria. Su contexto es la edad media (siglo V – XV) y es necesario conocerlo para comprender su significado y relevancia a la vida cristiana. En la edad media se tenía a la tradición (concilios, padres de la iglesia, encíclicas papales) como el único criterio de interpretación de la Santa Escritura. Su equívoco era en el orden del quehacer teológico siendo la Tradición la única facultada para la interpretación bíblica y la iglesia su custodia.  De acuerdo a Ireneo, padre de la iglesia, por la tradición se daba la correcta interpretación de la Escritura  estableciendo la “regla de verdad” que consistía en que quienes estaban fuera de la sucesión apostólica no estaban calificados para interpretar correctamente la Escritura siendo la iglesia quien cuidaría su interpretación. El quehacer teológico se restringía a la interpretación bíblica de los padres de la iglesia y concilios, no se consultaba a la Escritura para que de sí misma se escuchara su interpretación sino se acudía a los padres para descubrir su interpretación sobre cierto pasaje de la Biblia.

¿Qué es la reforma? Un movimiento de DIOS que retornó a la iglesia a la Biblia, a escuchar su propia interpretación sin la intervención monopolizada de la tradición. La oposición de que la iglesia juzgara a la Biblia sino más bien, la iglesia fuera juzgada por la Escritura. Movimiento glorioso porque sólo DIOS puede regresar a su iglesia a la Escritura, a la oportunidad de leerla, a la fe de creer sólo por la Gracia de Jesucristo se es salvo, a descubrir su interpretación a la claridad de su contexto y no de la apreciación, opinión, manipulación, y pretexto de un sector nocivo que perseguía sus propios ideales e intereses.  ¿Hay que celebrar? ¡Por supuesto!, el volver el corazón y la razón a la voz de DIOS en su Palabra escrita siempre será un tiempo glorioso a celebrar y un legado de la iglesia actual ante una sociedad posmoderna que ha reinventado su propia voz de DIOS en un antropocentrismo e incurriendo en el relativismo y la sepultura de los absolutos.

Sólo Escritura, sólo revelación, es bendición, victoria, la proclamación de Jesucristo como la plenitud de la revelación de DIOS en quien toda teología debe convergir para ser correcta, y en donde no sea el centro del culto cristiano y la base absoluta como parámetro de lo moral y espiritual se está en el error y condenación. Sólo Escritura y no una “iglesia” secularizada por la subjetividad del pensamiento humano y sincretizada por la ignorancia de haberla olvidado y dejado como una herencia del pasado y no un legado en compromiso para seguir reformando en aquello que se ha vuelto a la oscuridad del error.

                                                                             Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna.