Dos de los temas con los que más he tenido que batallar en mi trabajo como pastor de Trinidad son la sexualidad y la vestimenta inadecuada. Hoy quiero hacer referencia OTRA VEZ al segundo tema, especialmente porque es verano y la ropa se reduce de tamaño por el calor; sé que el tema puede resultar cansado pero la verdad es que me indigna saber que no solo son jóvenes las damas que se visten de manera provocativa e inadecuada sino también señoras (aun cuando están recogiendo la ofrenda, cantando en plataforma durante la alabanza o participando de repartir la comunión). La verdad es que NO HEMOS ENTENDIDO las implicaciones de hacer caer, como mujeres, a nuestros hermanos hombres a través de ropa pegada y corta, no nos ha quedado claro que Dios nos va a pedir cuentas al respecto de esto. Jesús dijo: Y cualquiera que haga tropezar a alguno de estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se le colgase al cuello una piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar. !Ay del mundo por los tropiezos! porque es necesario que vengan tropiezos, pero !ay de aquel hombre por quien viene el tropiezo! (Mt.18, Mr.9 y Lc.17). Pablo enseña a Timoteo que “las mujeres se atavíen de ropa decorosa, con pudor y modestia”. Me llama mucho la atención este tema cuando se trata de nuestras bodas cristianas, veo que no bebemos alcohol y en muchos casos aun evitamos bailes sensuales, pero los vestidos de señoras y jóvenes están fuera de todo decoro, parece que es el momento para “enseñar”. Uno de los más bellos dones que podemos tener es ser “entendidos en los tiempos” (1Cr.12), y si usted no se ha dado cuenta que vivimos en el tiempo de la sensualidad y la promiscuidad sexual, entonces ore a Dios para que pueda discernir correctamente. Sé que es muy difícil encontrar ropa decente precisamente porque los diseñadores están bajo estos espíritus, pero es hora de que los hijos e hijas de Dios marquemos tendencias de moda correctas. Si nos rebelamos en contra de un asunto político, por qué no rebelarnos en contra de la moda sensual. Tres palabras para mis hermanos varones al respecto de este tema: La ropa pegada TAMPOCO es para los hombres especialmente si resalta tus atributos; segundo, recuerda las palabras del Señor Jesús: “yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. La última y muy importante: CUIDA A TU ESPOSA Y A TU HIJA porque cuando les permites salir vestidas en esta forma puedes estar seguro que alguien las va a codiciar, ésta también es tu responsabilidad como sacerdote de tu hogar.
Seguiré peleando contra estos temas hasta ver cambios significativos en esta Iglesia.