Sin duda que este ha sido uno de los veranos más calientes que hemos vivido (al menos en los quince años que llevo viviendo en esta hermosa ciudad); en este momento es donde surge el espíritu regio por el cual algunos dirán “uy, esto no es nada…”. La verdad es que sí hace mucho calor, y aunque es de esperarse debido a la famosa “canícula” (las siete semanas más calientes del año), hoy me pregunto si también hace calor en nuestro interior, es decir, estamos calientes por fuera pero ¿seguimos calientes por dentro?
Creo que hay dos formas en las cuales esto se puede probar fácilmente; la primera es la forma en que estás viviendo tus vacaciones, ¿Cómo estás festejando? ¿Tienen mucho o poco de cristiano tus actividades de recreación? ¿Tu forma de vestir corta o muy corta está siendo ocasión de caer para alguna persona? ¿Con qué tipo de líquido te estás refrescando? ¿Con qué personas te estas relacionando y que final tendrán esas relaciones? ¿Hay santidad en lo que haces?
Al respecto quiero contar un poco la experiencia que he tenido en los viajes de trabajo que he realizado en estos días: Mujeres jóvenes y no jóvenes en traje de baño en los aeropuertos (no exagero), gente metiéndose a la fila, automóviles a toda velocidad poniendo en riesgo a otros, gente gastando dinero que no tiene, etc…
La segunda prueba tiene que ver con todas las posibilidades que un tiempo de descanso arroja para poder hacer cosas por el Reino(normalmente no tenemos tiempo para ellas); es decir, ¿Cómo estás usando tu tiempo? ¿Tienes tiempos devocionales? ¿Son estos mejores ahora que tienes más tiempo? ¿Has planeado algún momento de tu calendario para actividades que tienen que ver con extender el Reino?… todo puede comenzar con una bebida fría… invítale a alguien algo frío de tomar, comienza a hablarle de Dios y verás…
Vacaciones de la escuela o del trabajo no significan vacaciones del Señor ni vacaciones de nuestra esencia cristiana, de hecho quizá sea esta una de las mejores épocas para testificar con nuestras vidas acerca de la santidad y el comportamiento que honra a Dios.
“15 Así que tengan cuidado de cómo viven. No vivan como necios sino como sabios. 16 Saquen el mayor provecho de cada oportunidad en estos días malos. 17 No actúen sin pensar, más bien procuren entender lo que el Señor quiere que hagan. 18 No se emborrachen con vino, porque eso les arruinará la vida. En cambio, sean llenos del Espíritu Santo 19 cantando salmos e himnos y canciones espirituales entre ustedes, y haciendo música al Señor en el corazón. 20 Y den gracias por todo a Dios el Padre en el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Efesios 5, NTV)
Pbro.Efraín A.Reyes Bonilla
Pastor de Jóvenes