Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


Una vida espiritual saludable


“He hallado el libro de la ley” 2º Reyes 22:8 – Juan 1:41.

Resultado de imagen para libro de la ley mosaica

El hallazgo del libro de la ley provoca conversión y reformas en el pueblo de Israel que los lleva a una vida espiritual saludable. Es posible estar dentro de la iglesia sin tener el efecto del hallazgo de la Palabra de DIOS no teniendo una vida espiritual saludable, bajo esta realidad ¿Qué puede ofrecer la iglesia? ¿Qué esperanza tiene aquel creyente que por años ha asistido sin cambio espiritual? El hallazgo provoca regeneración, genera un cambio de camino y una salud espiritual. Hay creyentes que forman parte del pueblo de DIOS sin haber hallado aún el libro que convierte el alma (Salmo 19:7). El testimonio de conversión no existe en una iglesia donde la Palabra está sepultada en la ignorancia o en el rechazo.

El hallar el libro de la ley te lleva a Cristo el Salvador para ser regenerado y transformado (Gá. 3:23 y 24). Jesucristo es la Palabra de DIOS encarnada (Juan 1:1 – 18) la Gracia que permite seas transformado en una nueva vida (2ª Co. 5:17).  En esa condición la iglesia ofrece esperanza y salvación al mundo pero de tener la Palabra sepultada en el olvido, en la indiferencia, en la subjetividad de la opinión es imposible obtener su efecto de regeneración. El rey Josías al ser confrontado con la ley dio un paso a la conversión y a la realización de reformas necesarias para una vida espiritual saludable. Una vida llevada a Cristo no puede seguir siendo la misma porque:

1.- Tiene un reconocimiento del mal y una necesidad de cambiar (2º Reyes 22:11- 23: 3). Una vez que el rey leyó y escuchó la Palabra de Dios reconoció que estaban viviendo inapropiadamente fuera de su voluntad y decide hacer un pacto con Él mediante la conversión a la fe. El reconocimiento sin cambio no es perdonado es una condición nociva en lo espiritual porque se sabe que se está mal pero no se desea regenerar persistiendo en aquello que a DIOS desagrada. No sólo es reconocer el mal obrado sino necesario desear el cambio.

2.- Abandona el pecado (2º Reyes 23: 4 – 20, 24). Al estar en Cristo el cambio no es opcional es un mandamiento, un llamado a abandonar el pecado. Josías inicia quitando de su vida y del reino todo aquello que desagrada a Dios. Es inamisible que la iglesia no tenga una vida espiritual saludable cuando ha hallado a Cristo ¿O es acaso que lo ha extraviado? Abandonar el pecado es salud espiritual.

3.-  Hace reformas (2º Reyes 23: 4 – 20, 24).

Josías quitó, derribó, barrió todo lo que representaba un ambiente nocivo para su salud espiritual y la del reino. Debes quitar amistades, compañías que no sumen a tu salud espiritual, asimismo derribar altares de idolatría y barrer a invitaciones y lugares donde contaminarán tu vida. Derriba y quita lo que te ha contaminado, aquello que ha hecho de tu espiritualidad un letargo y que de no cambiar terminará por arruinarte. Haz reformas en tu casa porque ese es tu reino, tu familia, guíalos según los mandamientos de la Palabra y preservarás su alma. Si has hallado a Cristo reforma tu vida en función a su Palabra.

El sacerdote Hilcías dijo: “he hallado el libro de la ley” mismas palabras de Andrés cuando halló a Jesucristo y dijo a su hermano Simón: “Hemos hallado al Mesías” Juan 1:41. Cuando se halla a Jesucristo y su Palabra se debe generar una conversión que provoca reformas de lo contrario el hallazgo será infructuoso y de nada provechoso.

¿Has encontrado a Jesucristo? ¿Tienes el hallazgo de la Palabra en tu hogar? ¿De qué

manera lo estás evidenciando? Haz reformas guiadas por tu genuina conversión y obtendrás una vida espiritual saludable y de testimonio social.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna.