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UN MANDAMIENTO


Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra,…….. .… Génesis 1:28.

Este pasaje también tiene una connotación espiritual, tiene que ver con el evangelismo. El Señor espera que como parte de Su iglesia hagamos lo que Él ha expresado y que es un mandamiento, fructificad, que tengamos hijos espirituales en la familia de Dios. El Salmo 113:9 Dice: El hace habitar en familia a la estéril, que se goza en ser madre de hijos. Estamos llamados a testificar y a reproducirnos, hablar de lo que Cristo hizo por nosotros. Sabemos que el evangelio del reino es la respuesta de salvación de Dios para quedar libres de la muerte que causa el pecado, muerte en la cual nosotros en otro tiempo nos encontrábamos, hasta que  vino Jesús a nuestra vida.

 

La palabra fructificad, es un imperativo, una orden que nos ha sido dada como parte del pueblo de Dios.  Tenemos la comisión de anunciar el evangelio del reino de los cielos, para que con la ayuda de Su Espíritu, las personas tengan un  encuentro con Jesús y alcancen salvación.  Jesús nos ha dado el poder y autoridad para hacerlo como lo dice Mateo 28:18,19: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra, por tanto vayan y en mi nombre y hagan discípulos …..  Existe una gran diferencia entre un convertido y un discípulo, lo que Jesús sigue diciendo es “vayan y hagan con ellos, lo que yo les he enseñado y he hecho por ustedes” en otras palabras vayan y fructifiquen, reprodúzcanse.

Quienes hemos creído en Jesús tenemos una gran responsabilidad y oportunidad  para llevar el mensaje de salvación. Tenemos una autoridad delegada como embajadores del Reino de los Cielos y podamos cumplir con la gran comisión, el mandamiento de  ir y compartir el evangelio, dar de gracia lo que de gracia hemos recibido.

Amado hermano, a nuestro alcance esta el poder servir al Señor.  Es tiempo de decirle qué quieres que yo haga, la mesa esta puesta, que podamos ser servidores en los distintos ministerios que tiene la Iglesia. Ministerios que el Señor seguirá poniendo a nuestro alcance donde  todos podamos ser fructíferos de diferente manera en el reino de los cielos, donde Jesucristo es Señor y Rey. También está a nuestro alcance prepararnos en el conocimiento de las Escrituras, pidiendo ser llenos del Espíritu Santo para ser mejores servidores del Señor.

J. Gilberto Peña M.