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¿SERÁ QUE “DAREMOS EL ANCHO”?


Jesús habló en Mateo 5 acerca de un almud, es una especie de caja de madera que puede servir como almacenaje porque es hueca y se puede voltear y esconder algo en ella; el Señor dijo así (NTV): “Ustedes son la luz del mundo, como una ciudad en lo alto de una colina que no puede esconderse. Nadie enciende una lámpara y luego la pone debajo de una canasta (almud, cajón, vasija). En cambio, la coloca en un lugar alto donde ilumina a todos los que están en la casa. De la misma manera, dejen que sus buenas acciones brillen a la vista de todos, para que todos alaben a su Padre celestial.” Sin embargo me temo que la iglesia está viviendo dos extremos equivocados: El primero es el de aquellos que se hicieron uno con el mundo y ya no hay diferencia entre ambos, copiaron las costumbres, aprendieron a justificar sus pecados y por lo tanto su estado es de enfriamiento espiritual; el segundo es el de aquellos que en forma recalcitrante (aferrado a una opinión o conducta) quieren condenar a todo mundo y se recluyen debajo de sus “almudes” de subcultura cristiana y están arremetiendo con fuerza en contra de todo lo que pasa, tirándole a personas, predicadores, al gobierno, a la iglesia y en general a todo el que no entre bajo sus ideas, muchas de las cuales son bíblicas pero otras no lo son, sino que son más bien formatos culturales que de alguna manera se han convertido en “mandamientos” dentro de las iglesias y que estos “neo-fariseos” han intentado introducir en el ambiente cristiano desde siempre.

Ser ligeros en la forma de pensar y actuar no convencerá al mundo de sus pecados y errores, especialmente porque a diferencia de nosotros ellos están “envanecidos en sus razonamientos” y su corazón está “entenebrecido” (cerrado, insensato, en obscuridad), es decir, ellos no pueden ni quieren entender lo que es pecado y cuando nosotros somos light no hay ninguna clase de confrontación para ellos porque somos iguales, al vernos no sienten que hayan cometido ninguna falta. En el otro extremo, ser fariseos hace que la gente vea a las iglesias como grupos intolerantes, sin amor, y les recuerda a la inquisición medieval que quería la muerte y el sufrimiento de los impíos. Amados, la Palabra es clara “el alma que pecare, esa morirá”, así que ¿es nuestra labor condenarlos? ¿Qué no es nuestra labor librarlos de la muerte y la  condenación? ¿No está claro para nosotros que por toda la Biblia se nos llama a hacer la diferencia? El plan A de Dios era Israel, ellos debían ser luz al mundo, amarlo, mostrarle la ley de Dios y vivirla de manera que el mundo al verlos quisiera copiarlos, tristemente algunos de ellos se mezclaron y se hicieron iguales a las otras naciones (se “prostituyeron” – Jer.3:2, Os.5:3), otros se encerraron en cuevas en el desierto y formaron comunidades apartadas para no “contaminarse” con el mundo. Sin embargo fue el Maestro quien nos enseñó lo que hay que hacer, andar en el mundo y con los del mundo, sin ser igual que ellos, amándolos, teniéndoles paciencia, sin recluirnos (encerrarnos) y enseñándoles que “ya no pequen más”… ¿Estaremos al nivel de la gran Comisión? ¿Daremos “el ancho”? ¿Amaremos de tal manera al mundo?…

Pbro.Efraín A.Reyes Bonilla
Pastor de Jóvenes