Recientemente conocí a una señora que, como si se tratara de un “hombre herramienta” podía manipular las herramientas, subirse a la escalera, pintar, y varias cosas más. La felicité porque no encuentro casi nunca personas que sean habilidosas con el trabajo físico de este tipo (a veces ni siquiera hombres); ella me comentó que no siempre fue así, sino que hace 20 años enviudó y aunque al principio lloraba porque se dio cuenta que “todo le hacían”, un día decidió poner manos a la obra y se volvió una mujer práctica que además es madre de 4 y abuela. Esto me recuerda a la mujer virtuosa de Proverbios 31 (o esposa ejemplar según otra versión), la cual es difícilmente una dama delicada acostumbrada a que “todo le hagan”, por el contrario, dice el pasaje que sabe trabajar con sus manos, que se levanta temprano y cocina, tiene un negocio de bienes raíces, dice en la PDT “Ella trabaja muy duro, fuertemente, y es capaz de hacer todo su trabajo”, teje su propia ropa, siempre ayuda a los necesitados, tiene a su familia bien abrigada, hace sábanas, dice también textualmente en esa versión “Jamás es perezosa; cuida que todo marche bien en la casa”, sus hijos hablan bien de ella y su esposo la alaba; “que se le felicite en público por todo lo que ha hecho” dice al final del pasaje. Este es un llamado a los hombres y mujeres acostumbrados a que “todo se les haga”, es una llamado a no ser negligentes sino habilidosos, no perezosos sino trabajadores, si usted piensa que esto es “trabajo de hombres” pues le voy a presentar a la hermana (quien por cierto es muy femenina y no por usar sus manos es ruda ni tosca), para que no espere hasta que algo le pase a usted para poner manos a la obra. La Biblia nos muestra cómo personas habilidosas lograron grandes cosas a diferencia de aquellas que, con menos habilidades lograron un poco menos; piense por ejemplo en Pablo, el apóstol preparado (en la escuela de Gamaliel el fariseo) quien, a diferencia de los apóstoles que vieron al Señor en carne y hueso, escribió el 48% del Nuevo Testamento (son sus escritos lo que hoy nuestra iglesia llama doctrina). Piense ahora en David, quien sabía de pastoreo de ovejas, defensa ante animales salvajes, música y guerra, él escribió el 49% de los Salmos que hoy leemos y cantamos en las iglesias… Imagine una iglesia que es atrayente para quienes no creen, no sólo por su espiritualidad sino también por sus habilidades y desarrollo humano… Yo digo, basta de pretextos, si usted no sabe aprenda (hay lugares como Home Depot que ofrecen capacitación gratuita)… seamos una iglesia virtuosa.

ESCUELA DOMINICAL PARA JÓVENES

Hoy comenzamos la escuela la cual se impartirá tanto para jóvenes como para adolescentes, además de un curso de discipulado juvenil. Búscanos a las 10am en el cuarto piso.

Pbro.Efraín A.Reyes Bonilla
Pastor de Jóvenes