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Sentido a tu vida y no sólo entendimiento


“Y levantándose en la misma hora, volvieron a Jerusalén” Lucas 24:33  

Emaús es una ciudad al norte de Jerusalén aproximadamente a 10 u 11 kilómetros de distancia. Representa la dirección equivocada de los discípulos al dar la espalda a la fe para abandonarse en la desesperanza de la aparente Palabra no cumplida (Lucas 24:21).  Geográficamente, quien sale de Jerusalén con rumbo a Emaús le da la espalda, comparación en lo espiritual cuando un discípulo se retira al ver su causa perdida tendiendo la Escritura como un entendimiento pero carente de sentido a su vida (Lucas 24:18 – 21).

Los caminantes de Emaús estaban tristes habiendo perdido la esperanza en quien consideraban había de redimir a Israel. Irónicamente siendo discípulos estaban tristes el día de la resurrección de Cristo (Lucas 24:17), tomaron la decisión de dar la espalda a Jerusalén a pesar de conservar la Palabra que al tercer día resucitaría. Caminar rumbo a Emaús direccionará tu vida a entender la Escritura pero no a que tengan sentido a tu vida. Los caminantes tenían la promesa sin tener sentido para ellos, sus vidas transitaban por el camino equivocado estando tristes y derrotados, no es entender lo que ha de suceder es que adquiera sentido para vivirlo. Cristo había muerto, era su propósito, nada podía salir mal, pero apoderados de su pesimismo dejó de tener sentido la Escritura para renunciar a la expectativa y tomar rumbo a Emaús (Lucas 24:25 – 26).

Todas las veces que un discípulo camine rumbo a Emaús estará en la dirección equivocada. Su rumbo será trazado por la debilidad de su fe y no por el impacto de la cruz, estará desorientado y desconcertado pasando el tiempo sin que el sacrificio y resurrección de Cristo tengan sentido para su vida. Muchas personas entienden el sacrificio del Mesías pero sin tener sentido a su vida. El Salvador había resucitado pero la poca fe de estos caminantes los apartaría del lugar donde se había efectuado, caminaban en el rumbo equivocado conservando la Palabra del maestro que al tercer día resucitaría pero teniendo su causa estaba perdida.

¿Cómo es que la iglesia puede ir a Emaús? ¿Cómo es que el mismo día de la resurrección están tristes? ¿Cómo darle la espalda a su fe? es cuestión de dirección si dejas de ver la cruz perderás tu rumbo, tu causa, y esperanza, debes mirar hacia Jerusalén, orientar tu vida a causa de la Cruz. No sólo se trata de entender la Escritura sino que tenga sentido a tu vida, no únicamente decir “entiendo” sino además “tiene sentido a mi vida”. Muchos viven sin que la Biblia tenga un sentido pasando largo tiempo tristes y deprimidos agobiados al estar su causa perdida estando aconsejados por la debilidad de su fe y la confusión de su corazón, pero quienes son discípulos de Cristo al escuchar la bendita Escritura volverá arder su corazón ya no solamente entendiendo sino teniendo sentido para entonces volver a ver hacia la Cruz y vivir como los verdaderos discípulos que son. Vuelva a arder el corazón de la iglesia al escuchar la Escritura, sea en ella su delicia, expectativa y victoria. Gran diferencia hay entre conservarla y que arda al escucharla, entre entender que Cristo murió y que tenga sentido a la vida que resucitó.

Si para ti tiene sentido la sustitución de la Cruz vivirás a sus pies y alentarás tu corazón con la esperanza de su Palabra que siempre tiene un cumplimiento porque Él es Fiel. Serás un discípulo dispuesto a pagar el precio de serlo y transformarás tu vida según su propósito. No basta con entender, debe la Biblia tener sentido a tu vida, caminar en sus promesas y vivir por ellas. No vayas rumbo a Emaús conservando la Escritura en un entendimiento mira hacia la Cruz y arda tu corazón teniendo sentido que Cristo murió y resucitó por ti. ¡Vive en Él y para Él!

 Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna