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Selah, la expresión del silencio


“Me acordaré de las obras de Jehová” Salmo 77:11ª  Resultado de imagen para selah

 De acuerdo al diccionario bíblico la palabra Selah se halla setenta y una veces en los salmos y tres en el libro de Habacuc en el texto hebreo. Aun y cuando su significado no es del todo claro su uso indicaba una pausa o elevación de voz, una mudanza de tono, o bien, la terminación del canto.

Interprétese el Selah, por uno de sus usos, como la pausa para reflexionar en lo que previamente se ha cantado. La condición emocional y espiritual dañada por la adversidad al no ser restaurada hace que se siga cantando y cumpliendo con el llamado y la vida cristiana pero no renovado. Es ahí donde aparece la necesidad del Selah, esa pausa para reflexión en lo que se ha cantado pero ahora en el silencio, en la expresión del corazón escuchando la voz de DIOS.

El Selah es los silencios musicales, momentos para reflexionar sobre una verdad de DIOS, la pausa del salmista para en la melodía callar y abrir su corazón a la meditación de los hechos poderosos de DIOS y de su verdad divina (Sal. 77:14 – 20). Muchas veces el silencio es más expresivo que las palabras y el salmista usaba de esos momentos para expresar su necesidad de no sólo elevar canto sino también oración y meditación sobre quién es DIOS para su corazón (Sal. 77:12 y 13) y de esa manera ser renovado.

Selah es la ocasión para meditar más que expresar, el momento en que se calla para escuchar la voz de DIOS, es la necesidad de todo creyente por escuchar en el silencio y entender la verdad de su adoración y la convicción de su canto, la pausa que detiene su canto para reflexionar ante la inmensa verdad de DIOS en su Palabra y la realidad en experiencia al estar ante su imponente Presencia.

El Selah lleva al corazón a la renovación al meditar en quién es DIOS, a aprender a escuchar el silencio cuando se está alabando.

Hay momentos muy definidos donde es necesario el detenerse, no por una negligencia o abandono de la fe sino por la necesidad de recibir la renovación de la visión para así continuar con el cumplimiento del llamado y peleando la buena batalla de la fe. La saturación de actividades, los afanes de la vida cotidiana, y el desgaste espiritual y emocional por una aflicción (Sal. 77:1 – 6), hacen necesario el selah, el cese del canto, para que siguiendo la melodía se medite en la Presencia del Señor su Palabra recibiendo la renovación ante el deseo de querer renunciar.

 

Atravesando por la adversidad hallarás que tu condición emocional describirá el carácter de DIOS sintiendo que el favor del Señor ya no es contigo; (Sal. 77:7 – 10) pero el Selah llevará a tu corazón a creer quién es el como tu DIOS, emprendiendo de nuevo el camino y desistiendo de querer renunciar, morir o retroceder.

¿Has querido renunciar al ministerio y llamado? Renunciar no es lo que necesitas, sino Selah. ¿Has visto perdida tu causa y deseado morir ante lo incomprensible de lo vivido? Morir no es lo que necesitas, sino Selah. ¿Tu corazón se ha desconsolado y ensordecido a la voz de DIOS por tus penas y luchas, deseando volver a tu vida pasada? Retroceder no es lo que necesitas, sino Selah. La renuncia no es una opción para ti, morir no es una solución viable para ti, y retroceder no es la respuesta para ti. Lo que necesita tu corazón es Selah, detenerte para reflexionar y renovar.

 

Pbro. Sergio Jonathán Lozano Luna.