“las ovejas le siguen, porque conocen su voz” Juan 10:4b.
La decadencia aparece en la iglesia del Señor en el momento que deja de oír la voz del buen Pastor. Su influencia en el mundo no existirá más y sí será influenciada por él. Escuchar la voz de DIOS es la conservación de su libertad y poder. Se debe volver al protagonismo, al tiempo donde se trastornaba al mundo entero con el mensaje y su transformación ¿Cómo? Escuchando la voz de la revelación y no de la razón (deísmo).
La segunda problemática a resolver como iglesia para influir sobre el mundo consiste en escuchar la revelación y no a la razón. El movimiento deísta (1740 – 1836) ha resurgido en un sector de la iglesia ocasionando un ensordecimiento a la voz de DIOS para definir su criterio basado en la tergiversación de la Palabra juzgada por su propia razón. La revelación de la Escritura es ahora juzgada por la razón donde lo que no es razonable no es creíble y es desechable. El deísmo enfatiza a la razón por encima de la revelación en donde la Escritura es juzgada. La iglesia no debe juzgar a la Palabra, es la Palabra quien debe juzgar a la iglesia.
Romanos 1:21 describe a un grupo de personas que habiendo conocido a DIOS renunciaron a su revelación para escuchar a su razón, en tanto que, Juan 10:5 señala a las ovejas del Señor que escuchan su voz. Actualmente, es ésta la realidad que la iglesia atraviesa en la disyuntiva de seguir su insensata razón o escuchar la voz de la revelación.
DIOS no se ha revelado para que su iglesia se ensordezca ante su voz filosofando sobre quién es Él y lo que desea para ella. Mientras se envanezca la iglesia en sus razonamientos todas sus conclusiones sobre el tratado de DIOS surgirán de su mera especulación y deseos carnales por justificar su pecado y conducta reprochable por la Escritura. El deísmo atenta contra la pureza de la revelación, una Palabra que convierte el alma (Salmo 19:7) que evidentemente no requiere de mociones en asambleas y conferencias a tratar la modificación a un mandato santo porque no es perfectible sino perfecta. La Biblia no es filosofía es la única revelación del único y sabio DIOS a quien todo hombre rendirá cuentas; siendo así, no existe la necedad de filosofar sino la necesidad de escuchar la voz del Buen Pastor. Debe despertar la iglesia teniendo sus oídos no sólo físicos sino espirituales atentos a la voz de la revelación, que no pierda la relación con su Señor porque se extraviará en el error de su propia voz. La iglesia es la grey de DIOS y debe sostener relación con su buen Pastor para no seguir la voz de su razón ni de su sentir basado en la circunstancialidad de su vivir. Existe un desconocimiento sobre quién es DIOS y cuál es su voz debiéndose a un enfriamiento espiritual que hace imposible entender las cosas del Espíritu (1ª Co. 2:7 – 16); es necesaria la relación para entender la revelación. Toda conclusión bíblica debe ser según la propia voz de DIOS (Biblia) mediante la iluminación del Espíritu Santo quien inspiro los santos Escritos revelando a Jesucristo como la Palabra de DIOS encarnada.
Dos grupos de personas: especuladores y adulteradores de la Ley perfecta de Jehová y ovejas del buen Pastor que se guían por su voz… ¿Razón o Revelación? ¿Deísmo o Escritura? El cristianismo no trata de filosofar sino de escuchar la voz de DIOS; no requiere de especular porque su DIOS se reveló. Iglesia, no pierdas la relación con tu buen Pastor para que no te extravíes en el error de tu razón (Prov. 3:5 – 8). Debes volver a trastornar el mundo y no ser trastornada por él. Ensordece a los principios mundanos y atiende la voz de la revelación en una relación con tu buen Pastor.
Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna