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¿Puedo orar por ti?


“constantes en la oración” Romanos 12:12.

Hay tantas ocasiones que no se sabe qué decir cuando lo que se necesita es orar. En la incomprensión del sufrimiento se requiere ser constante en la oración.  En los momentos de la tristeza, de la prueba, del desconcierto, de la incertidumbre, del dolor… lo que se necesita es la comprensión en oración. Cuántas veces has preguntado ¿Puedo orar por ti? Pregunta que abre la oportunidad de ser ayudado y entendido en medio de lo vivido, que no requiere se diga algo sino que se entienda y apoye, y es a través de la oración que se cumple con esa necesidad. Momentos delicados donde las palabras no son lo suficiente ni lo que se pretende recibir sino el apoyo de una oración que lleve a la paz y aceptación.    

Job, inmerso en una situación de dolor no buscaba palabras, necesitaba comprensión. No entendió su situación, sólo requería oración. El corazón no siempre necesita escuchar razones sino recibir consuelo y se guie a DIOS para su restauración. Si no sabes qué decir ante la situación de dolor de tu amigo, hermano, familiar, conocido, no ocupas buscar razones ni formar opiniones, lo que necesitas es por ellos orar. Se dice que una acción dice más que mil palabras; entonces, una oración dice más que millones de razones y opiniones porque lleva al corazón a las manos de DIOS para su consuelo y comprensión. Lo que para las palabras es limitado expresar, la oración lo dice todo. La vida tiene momentos en que es difícil expresar palabras, y donde la oración dice todo lo que se necesita escuchar y recibir. Permite que DIOS use tu vida al orar por otros, al considerar lo delicado de su situación, uniéndote a su tristeza y gozándote en el Señor quien dará su entereza, a no hablar sólo acompañar al orar, a que mediante tu oración descubra el Señor la vulnerabilidad del corazón y le atienda con su Gracia para levantarle en victoria y bendición.

Siempre hay situaciones sin entenderse que lo que necesitan no son opiniones sino oraciones. Orar encamina a la paz, a la aceptación de la voluntad de DIOS, a la fortaleza para continuar viviendo dentro del plan de DIOS. Hoy, decide comprender, no te esfuerces por decir palabras, simplemente abraza y ora, apoya con tu intención de bendecir a través de la oración. DIOS conoce todas las cosas, y sabe llegar hasta el rincón más alejado del corazón; sé constante en la oración.

Pregunta ¿Puedo orar por ti? que el Señor sabrá llegar a la necesidad donde tus palabras no saben qué expresar.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna