Cada año las personas escriben propósitos que trataran de cumplir a los largo del año. Los noticieros, revistas, y redes sociales dan ejemplos tales como: empezar dieta, comer saludablemente, hacer ejercicio, leer “x” cantidad de libros, etc. Esto es porque se tiene un nuevo comienzo y las personas quieren cambiar. Los propósitos son buenos, pero muchas veces quedan en buenas intenciones. ¿Qué hay que hacer para poder cumplir con aquello que nos proponemos? Hacerlo un estilo de vida. Para esto te lo ejemplifico a través de la siguiente ilustración:

Un pensamiento (propósito) se convertirá en una acción; esa acción, después de tres semanas, se convertirá en un hábito; ese hábito se convertirá en un estilo de vida; y ese estilo de vida se convertirá en tu destino.

¿Qué hábitos espirituales debo formar en mí en este 2014? Déjame te propongo las siguientes sugerencias:

•Oración debemos estar siempre conectados con Dios, orar cada vez que tengamos oportunidad (1 Ts 5:17), haz el plan de tener tu devocional diariamente.

•Lectura de la palabra. La lectura de la palabra traerá luz a tus decisiones diarias y te llevara al éxito (sal 119:105 y Jos 1:8). Haz el esfuerzo de leer la Biblia entera en un año.

•Ayuno (Is 58) es en el ayuno donde hacemos morir nuestro yo y dejamos que Dios obre.

•Gratitud. Tener un corazón agradecido te ayudara a estar contento no importando la situación, además que es la voluntad de Dios para con nosotros (1 Ts 5:18)

•Adoración. Había un estribillo que decía “la alabanza a Dios cambia las cosas, pruébalo y veras. Muros han caído, ejércitos vencidos, presos liberados y es porque han cantado”. La adoración en medio de cualquier circunstancia (Job 1, Sal 34) hace más real la presencia de Dios, porque el habita en medio de la alabanza de su pueblo (Sal 22:3)

•Servir. Hay una cita que dice “el que no vive para servir, no sirve para vivir”. Este mundo tiene ojos pero no ven a Dios, oídos pero no lo escuchan, manos pero no lo palpan y están muriendo. Dios usa nuestras manos para hacer su obra, hay muchos ministerios en la iglesia, involúcrate en acción social, evangelismo, misiones, discipulado, oración, etc.

•Ser ejemplo (1 Tim 4:12) en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Tu manera de vivir debe ser un ejemplo para tu cónyuge, hijos, padres, familiares, compañeros de trabajo, vecinos, etc.

Este año tu vida puede ser cambiada y ser de bendición a otros si haces esto. ¿Estás dispuesto?

Yared Cepeda