¿Entonces sí o no tiene Dios un solo hombre para mí en el planeta? Me preguntó esta chica en mi oficina hace algunos años, muy preocupada por que sí lo anterior era cierto entonces tal vez habría perdido a su hombre ideal por haber estado en relaciones equivocadas en su pasado, aun cuando ya había decidido hacer las cosas de manera diferente. Le explique la convicción que yo tengo, basado en varios pasajes bíblicos, de que no tenemos una sola opción de pareja ideal sino un reducido número de opciones (no más de 4 o 5) durante nuestra vida con las cuales realmente cumpliríamos los propósitos de Dios en forma completa; ella descansó un poco al oír esto y decidió orar y no errar más. Creo que lo mismo aplica al hablar de carrera, ciudad de residencia, y otros puntos importantes en nuestra vida, que no hay una sola opción, tampoco varias, sólo algunas pocas.
Sí creo que Dios hizo un diseño único para cada uno de nosotros, algo que inclusive puso por escrito (Sal 139:16) pero creo que es muy fácil desviarnos de él porque Dios nos dio junto con la vida la oportunidad de decidir. Creo firmemente que no somos marionetas de Dios que viven cada día un guión de teatro escrito hace miles de años, sino que Dios nos diseñó con un plan y todo el tiempo trata de guiarnos hacia él, pero nosotros decidimos si vivimos conforme a él o no. Por eso he enseñado por casi 11 años lo mismo a la juventud: Busca a Dios, conoce su voluntad y síguela.
Sin embargo, he visto dos extremos en este sentido: Están en un lado las personas que quieren que Dios decida todo por ellos, y en su afán de no equivocarse, llegan a extremos de preguntarle casi qué color de ropa deberían ponerse ese día; son personas que normalmente se asustan con facilidad por la maldad del mundo, que tienden a satanizar muchas cosas, que se enfocan demasiado en su relación con Dios y descuidan mucho su relación con sus semejantes… este no es un buen extremo, implica mucho temor… El lado contrario de la moneda son las personas que se sienten suficientemente maduras y creen que preguntarle a Dios no es tan necesario, sea porque Él está ocupado o bien, ¿para qué preguntarle si Él nos dio libre albedrío? Estas personas tienden a participar mucho en cosas que el mundo hace, no le llaman malo a casi nada, tienden a estar muy al pendiente de la situación del mundo y normalmente descuidan sus tiempos de comunión con Dios… este tampoco es un buen extremo, implica mucho orgullo y autosuficiencia…
Necesitamos encontrar el propósito verdadero que Dios quiere darnos, descubrir qué dirección quiere que sigamos y cuál es la esencia o sentido particular de nuestras vidas en forma individual. Para hacerlo hay que orar sobre todo, hay que preguntar a quien nos crió y a quien nos conozca muy bien (y sea sincero), hay que hacer una lista de fortalezas y debilidades, hay que entender el contexto en el cual Dios nos colocó, hay que examinarnos para saber si nos hemos desviado, cuánto y cómo volveremos pronto hacia la dirección correcta. Como niños debemos ser sencillos y humildes, y preguntar a Dios desde el principio las cosas, debemos ser muy atentos a este propósito si somos padres de alguien, si no, nuestros hijos serán seguramente como saetas desviadas en manos del valiente. No debemos pasar demasiado tiempo esperando, tampoco hay que “ayudarle a Dios que no se apura” pero sí hay que actuar… Que 2016 sea para ti un año de ir en la dirección correcta y de hacer grandes cosas en Dios que afecten positivamente a nuestro mundo…
Pbro.Efraín A.Reyes Bonilla