Imagínate a ti mismo caminando sobre la arena del mar, piensa en las huellas que vas dejando… ¿Se borrarán fácilmente? ¿Son muy ligeras y cualquier viento las desaparecerá?… y si hoy te vas dela Tierra ¿Qué dejas atrás tuyo? ¿Hay un legado, una lista de bendiciones, una cantidad innumerable de buenos recuerdos? ¿Hay muchas lágrimas porque te vas? ¿Cuántas personas son mejores porque tú te cruzaste en su camino?…
Estamos en el mes donde celebramos la valentía y el amor de Cristo, quien no se aferró a su seguridad, a sus temores ni a nada de este mundo con tal de cumplir la obra de amor que salvaría a sus amados de la muerte eterna. Cuando Cristo murió y cuando ascendió al cielo hubo lamentación y lloro, sus huellas no han sido borradas hasta ahora, dejó un legado que fue escrito y que sigue cambiando la vida de millones, los recuerdos de quienes estuvieron con él fueron suficientemente impactantes como para llevarles a escribir al menos cuatro libros oficiales sobre su vida y ministerio, las personas que pasaron tiempo con Él cambiaron de ser simples y ordinarios a ser mártires prolíficos que transformaron vidas y ayudaron a muchos.
La vida de Jesús fue impactante, su muerte fue como ninguna otra y su resurrección nos convierte en la única religión verdadera, estas son huellas imborrables que han marcado las vidas de muchos de nosotros y que nos han transformado en mejores seres humanos, mejores miembros de una familia y, en muchos casos, hasta en mejores ciudadanos que generan un impacto real en su medio. De modo que si esto no ha pasado en tu vida, no es porque Cristo no tiene una pisada suficientemente firme o fuerte para marcar tu playa sino, seguramente, porque no has permitido que Él haga su obra completa en ti. Y si estas batallando con mi frase anterior “la única religión verdadera” es que en realidad te encuentras apenas en la entrada de la Casa de Dios y no has penetrado ni siquiera a las primeras habitaciones, sólo metiéndote más podrás entender por qué afirmo esto con certeza y por qué en realidad tengo razón. Si tu vida gira en torno a ti, a tus tristezas, a tus frustraciones, a tus éxitos, a tus avances, en realidad tampoco has entrado suficientemente profundo con Dios y su huella en tu vida podría ser borrada en ti apenas cambie algo en tu trayectoria y las cosas se pongan mal o se pongan un poco peor. Si sigues en esta Tierra y sólo quieres estar en su presencia tampoco has crecido lo suficiente y más bien te embelesaste demasiado con algunas increíbles habitaciones de la Casa de Dios pero no estás siguiendo en realidad las huellas del Maestro sino las tuyas propias; el Maestro nos puso la muestra de qué tenemos que hacer en esta Tierra y para ser llamado buen siervo y fiel se necesita más que simplemente orar y adorar mucho tiempo: Jesús es la pauta…
Así que es tiempo de ser una playa moldeable sobre la cual Jesús deje sus huellas, es tiempo de seguir al Maestro y dirigirnos hacia donde Él va, es tiempo para nosotros de dejar huella y que alguien siga las nuestras así como nosotros hemos seguido las del Maestro…
Pbro.Efraín A.Reyes Bonilla
Pastor de Jóvenes