El dinero es un poderoso agente de influencia en el comportamiento del Ser Humano!
Partimos del hecho innegable de que la posesión de dinero y las posesiones materiales ejercen una gran fuerza sobre la forma de comportarse de casi todos los seres humanos. La cantidad de dinero y posesiones materiales determina en un alto grado, el comportamiento de la mayoría de las personas.
Es una realidad que vemos con mucha frecuencia en la sociedad: ¡cómo cambia una persona cuando aumentan sus posesiones materiales! Generalmente el ser humano entre más tiene, más quiere; y llega muchas veces al punto de mentir, engañar, falsificar información con tal de ganar más o proteger lo que ya tiene.
Mateo 10:17: Al salir él para seguir su camino, llegó uno corriendo y, arrodillándose delante de él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna? Jesús le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno, sino sólo uno, Dios. Los mandamientos sabes: “No adulteres. No mates. No hurtes. No digas falso testimonio. No defraudes. Honra a tu padre y a tu madre.” Él entonces, respondiendo, le dijo: Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Entonces Jesús, mirándolo, lo amó y le dijo: Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz. Pero él, afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: ¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Los discípulos se asombraron de sus palabras; pero Jesús, respondiendo, volvió a decirles: Hijos, ¡cuán difícil les es entrar en el reino de Dios a los que confían en las riquezas! Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios.
Esta es una muy triste historia de un hombre con muchas posesiones materiales, que amaba a Dios y se esforzaba por vivir una vida de obediencia al Señor, pero tenía una fuerte debilidad: amaba demasiado las posesiones materiales y ese amor le hizo perder lo verdaderamente valioso: la vida eterna. La influencia de las posesiones materiales fue superior al amor que le tenía a Dios y a su deseo de obedecer la palabra.
1 Timoteo 6:10 porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe y fueron atormentados con muchos dolores.
La Biblia enseña que el amor a las posesiones materiales extravían a la gente de la fe, o sea la confunde y se pierde en las marañas de la vida perdiendo la fe verdadera en Dios, lo cual eventualmente conduce a muchos dolores en la vida, además de que, como vimos en el pasaje de Marcos 10, perderán la vida eterna.
Después de la exhortación bíblica, el Matrimonio ofrece una excelente oportunidad de combatir esta tendencia destructiva de los seres humanos. Un matrimonio saludable debe compartir todas sus finanzas y posesiones materiales, al nivel de entender que todo lo que tienen le pertenece a la familia; y por lo tanto todas las decisiones financieras deben tomarse en conjunto con su cónyuge y a la luz de la palabra de Dios.
Cuando un matrimonio maneja sus finanzas separadamente, enfrentan una debilidad que amenaza la estabilidad de la familia, justamente porque entra en juego 1 Timoteo 6:10. En una familia saludable a la manera de Dios, ambos cónyuges deben estar completamente enterados de las finanzas. No importa quien genera los ingresos; deben estar en una sola cuenta de Banco, a la que ambos tienen acceso y debe manejarse bajo un presupuesto elaborado por ambos en oración y establecido sobre fundamentos bíblicos.
El presupuesto debe incluir el diezmo a tu Iglesia local, ofrendas de amor, ahorros y donaciones especiales a personas en necesidad, o a instituciones de ayuda; que les permitandesarrollar generosidad, una actitud sumamente importante para combatir el amor al dinero.
Si reconoce que el manejo del dinero es algo muy privado en usted y que no ha tomado en cuenta a Dios para administrarlo debidamente, ore al Señor y pídale perdón por su actitud egoísta con el dinero; luego hable con su cónyuge al respecto, sea totalmente transparente y juntos en oración decidan manejar sus finanzas y sus posesiones materiales a la manera de Dios, con un presupuesto bien balanceado y compartiendo lo que Dios les ha permitido obtener, con otras personas necesitadas.
