Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


PETICIÓN DE UNA MADRE


ORACIÓN: Bendito Padre Celestial, gracias porque nos diste una misión muy especial: la de llevar en nuestro seno la vida de nuestros hijos. Es maravilloso, sentir cómo el corazón de nuestros hijos late dentro de nosotros. ¡Qué gran privilegio, Señor! Permite a los jóvenes, que se amen de tal manera que no dejen que sus cuerpos sean usados para engendrar hijos del pecado y mucho menos que atenten contra la vida indefensa de los seres que llevan dentro.

Oramos Señor, con todo nuestro corazón por los hijos de matrimonios desechos por el egoísmo, los celos, el adulterio, pasiones que nacieron en corazones  que un día fueron maternales, pero que olvidaron el cumplimiento de su misión.

Señor, ponemos en tus manos la vida de las jóvenes violadas y que han quedado embarazadas, para que Tú te apiades de esos corazones  desechos por la maldad del hombre.

No desampares a la madre joven, que ha perdido el compañero de su vida en accidente, o enfermedad. No permitas que se rindan, sino ayúdales a luchar por esos hijos, infúndeles aliento con Tu Vara y Tu Cayado.

También te pedimos por las madres que habitan en la soledad de una casa vacía, en donde por años se oyeron las risas y los juegos de los hijos, pero que ahora han quedado en el abandono, viejas y tristes.

¡Oh Señor, cuánta necesidad!, no nos abandones, ven Señor. Te lo pedimos en el nombre de Cristo, quién pensó en su madre aún en la cruz, diciendo: “Madre, he ahí tu hijo; hijo, he ahí tu Madre”. Amén.

Colaboración de:

Bertha de los Santos Coronado

Pbro. Raúl Rosas González