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Perdonar no es olvidar


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“Y llamó José el nombre del primogénito, Manasés; porque dijo: DIOS me hizo olvidar” Gé.  41:51.

La historia de José en Egipto enseña lo que es el perdón. Se dice que “perdonar es olvidar” y paradójicamente  también que se “olvida pero no se perdona”. Hay un énfasis en asociar el perdón con el olvido en una tendencia, pero no es actual dado que el mismo José lo creía: “DIOS me hizo olvidar”. Sin embargo, al ser confrontado con su pasado en el momento que sus hermanos acuden a Egipto por ayuda aparece el dolor: “mas hizo como que no los conocía, y les habló ásperamente” (Gé. 42:7) ¿Cómo es que había olvidado y tiene esa actitud? Si olvidas no perdonas sólo reprimes emociones y rezagas recuerdos que se amontonan en el pasado apareciendo en sentimientos que afloran en actitudes y conductas cuando se vincule tu presente con el dolor de tu pasado. No estás diseñado para olvidar sino para perdonar. DIOS no te pide que olvides sino que seas sanado en su amor. No dejes al olvido lo que debe ser traído a DIOS para ser sanado. La herida emocional no requiere de un analgésico sino una sanidad al restaurar la causa. No se trata de rezagar amontonando hasta quedar totalmente rebasado por tu pasado, quien más vivo que nunca, aparece en tristeza, amargura, odio, rencor, en el momento de tu confrontación con tu dolor.

José no olvidó su dolor apareció en el momento que fue confrontado con su pasado. Su reacción fue recordar lo sucedido y no ver a sus hermanos sino a sus agresores. José no había perdonado sólo pretendió haber olvidado. Amontonó todo ese tiempo en el olvido siguiendo con su vida sin ser sanado. No se trata de que olvides, el propósito de DIOS es que recuerdes sin dolor que ate tu corazón, que tengas la dicha de sobreponerte a pesar de tus recuerdos y que tus heridas sean sólo cicatrices que te recuerden que fuiste lastimado pero has sanado.

Corrie Ten Boom fue una holandesa que rescató muchos judíos de la muerte durante la segunda guerra mundial. Fue llevada al campo de concentración y liberada al final de la guerra. DIOS le traía a la memoria “Alemania, Alemania, Alemania” y ella respondía “Señor, ya olvidé Alemania”. DIOS insistía “Alemania, Alemania, Alemania”, y Corrie reafirmaba su olvido a esas atrocidades. Al terminar una de sus conferencias se le acerca un hombre quien efusivo le saluda y abraza, y le dice: “Hermana Corrie, DIOS ha cambiado mi vida y perdonado mi pasado… ¿puede usted también perdonarme?” Ella se desconcierta y le dice no saber de qué perdonarlo porque ni siquiera le conoce. El hombre le revela su identidad: “Yo soy el carcelero del campo de concentración de Ravensbruck, en Alemania, donde usted fue prisionera”. En ese momento Corrie recordó “Alemania” y puedo entender que DIOS no le pedía olvidar sino perdonar.

El perdón no trata sobre olvidar trata sobre el amor de DIOS que te hace recordar sin dolor.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano L.