La oración es el acto consciente del hombre de dirigirse a Dios para comunicarse con El o buscar su ayuda en tiempos de necesidad . Es importante que como discípulos estemos consientes que debemos superar algunos obstáculos como tener muchas ocupaciones y por esto descuidamos el orar por las mañanas , esto ocaciona que en algunos casos no se tenga la dirección de Dios en los asuntos del día o por las noches estamos tan cansados que lo único que queremos es dormir. Lo más triste es que nos estamos perdiendo el privilegio de estar en comunión con nuestro Creador. Veamos el ejemplo de Jesús, de la importancia que le dio a la oración en su vida y ministerio.
En cuanto a la práctica de la oración por el Señor, es bien sabido que oraba en secreto (Lc. 5.16; 6.12); en épocas de conflicto espiritual (Jn. 12.20–28; Lc. 22.39–46); y oró en la cruz (Mt. 27.46; Lc. 23.46). En sus oraciones daba gracias (Lc. 10.21; Jn. 6.11; 11.41; Mt. 26.27), pedía ser guiado (Lc. 6.12), intercedía (Jn. 17.6–19, 20–26; Lc. 22.31–34; Mr. 10.16; Lc. 23.34), y mantenía comunión con el Padre (Lc. 9.28). Su preocupación en el caso de su oración sacerdotal en Jn. 17 fue la unidad de la iglesia. Hay algunos principios que Jesús nos dejo.
Se debe orar al Padre en en el nombre de Cristo (Jn. 14.13; 15.16; 16.23), por medio de quien tenemos acceso al Padre. Orar en el nombre de Cristo es orar como Cristo mismo oraba, y orar al Padre en la forma en que el Hijo nos lo ha dado a conocer, y para Jesús el verdadero punto focal de la oración es la voluntad del Padre. Aquí tenemos la característica básica de la oración cristiana, un nuevo modo de acceso al Padre lograda por Cristo para el cristiano, y oración en armonía con la voluntad del Padre porque es ofrecida en el nombre de Cristo. Otra referencia de la importancia de la oración en la vida de los discípulos es la iglesia primitiva.
El libro de los Hechos constituye un excelente nexo entre los evangelios y las epístolas, debido a que en Hechos la iglesia apostólica pone en práctica las enseñanzas de nuestro Señor sobre la oración. La iglesia nació en una atmósfera de oración (1.4). En respuesta a la misma recibió el Espíritu (1.4; 2.4). La oración siguió siendo la atmósfera natural de la iglesia (2.42; 6.4, 6). En el pensamiento de la iglesia la oración quedó íntimamente relacionada con la presencia y el poder del Espíritu (4.31). En épocas de crisis la iglesia siempre podía recurrir a la oración (4.23; 2.5, 12). En todo el libro de Hechos los líderes de la iglesia se destacan como hombres de oración (9.40; 10.9; 16.25; 28.8), que urgen a los cristianos a orar con ellos (20.28, 36; 21.5). Por último quiero mencionar que en la vida de Pablo la oración fue muy importante.
Resulta significativo que inmediatamente después de que Cristo se reveló a Pablo en el camino a Damasco se dice de Pablo, “he aquí, él ora” (Hch. 9.11). Probablemente por primera vez Pablo descubrió lo que verdaderamente era la oración, tan profundo fue el cambio que experimentó en su corazón como efecto de su conversión. A partir de ese momento fue un hombre de Intercesión. En oración el Señor le habló (Hch. 22.1). Descubrió que el Espíritu Santo lo ayudaba en sus oraciones en la medida en que buscaba conocer y hacer la voluntad de Dios (Ro. 8.14, 26).
Es tiempo de levantarnos los varones, las mujeres, los jóvenes, los pequeños y ser una iglesia que ora de acuerdo al ejemplo que nos dejó nuestro Señor y el testimonio de la iglesia primitiva. Para ser una iglesia que vive en la voluntad de Dios, llena del Poder de Espíritu Santo, que impacta la sociedad .
Pastor Raúl Rosas González