“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”. (1 Pedro 5:10 RVR1960). Existe inclusive una doxología (canto que exalta a Dios) que lleva como letra este verso, pero curiosamente deja fuera la parte del padecimiento. Esto pasa con muchos versos que contienen una parte difícil antes o después de las palabras de ánimo o promesa… ¡las dejamos fuera! Quizá porque no nos gustan las malas noticias, solo las buenas; quizá porque aprendimos todo lo bueno y agradable acerca de Dios pero no nos enseñaron lo fuerte y menos agradable. Creo que una de las razones principales es porque hay en la iglesia de Dios formas extremas de pensar: por un lado están aquellos que conocen sólo al Cordero, es decir, al Dios de amor que es un Novio en busca de su novia, que da la bienvenida a los niños, que recibió a las mujeres en la Iglesia, que es un amigo fiel que nunca nos abandona… Dios SÍ es todo esto. Sin embargo NO es SÓLO esto, Él es también el León, aquél que destruirá a sus enemigos, que no tendrá por inocente al malvado, que puede mandar enfermedades, que ha ordenado muertes y que puede quitar la vida cuando lo desee… Él SÍ es todo esto también… Si Dios es ambas cosas ¿Por qué nos cuesta tanto NO orientarnos hacia alguno de estos lados? ¿Por qué hay personas que se ven a sí mismas como soldados de Dios o esclavos con cadenas que no tienen voz en los designios de un Dios supremo? ¿Por qué hay quienes piensan que toda la vida cristiana debe ser trabajo y sufrimiento y que aquellos que no están viviendo así están equivocados? Creo que es porque cada uno de nosotros tiene una forma de ser y de pensar, y bajo estas dos juzgamos, entendemos y vemos el mundo y comprendemos a Dios; el error es querer que todos piensen y comprendan a Dios de esa misma forma, el problema es cuando sólo queremos tomar un extremo de Dios mientras que Dios es ambas cosas, fuerte y celoso, tierno y amoroso. Tal vez la dificultad radique en esto mismo, nosotros somos menos complejos que Él, o tal vez es que no hemos desarrollado todo nuestro potencial como criaturas hechas a su imagen, con la capacidad de crear cosas sublimes y de destruir algo con la misma fuerza. Quiero insistir en que no pidamos a otros que vean a Dios en forma extrema, solo como un amigo que no pide nada sino que solamente quiere amarnos, o como un general que solo desea dar ordenes y nos castigará porque no hicimos algo… Mejor encontremos al Dios que es ambas cosas, sumerjámonos en la Palabra a fin de descubrirlo en forma completa, dejemos de ser y limitados y querer entenderlo como a nosotros nos parece mas agradable… Especialmente porque Él quiere ser hallado, porque Él esta cercano y porque si lo vamos a dar a conocer, debemos darlo a conocer en forma completa.

Pbro. Efraín Reyes Bonilla