Génesis 1:1-3. En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.
En estos primeros versículos de la Biblia encontramos una interesante analogía de nuestra vida transformada por Dios. Veamos estos cuatro pasos de esa obra maravillosa de Cristo:
La tierra desordenada y vacía: o confusión y vaciedad – Esto se asemeja a nuestra vida, o a muchos matrimonios y familias que no tienen a Jesús como su Señor, su estado es de desorden espiritual y moral, No hay orden en sus valores y prioridades, no hay disciplina ni gobierno justo y ecuánime; en vez de ello, un dirigente tirano y opresor, o una anarquía aburrida y deprimente encaminándose al fracaso. Y esto lleva a un vacío, a una insatisfacción abrumadora en el corazón y en la mente de las personas, que, de no resolverse a tiempo, muchos seres humanos no encuentran razones en su vida optando por el suicidio; los matrimonios en la separación, divorcio y desintegración de la familia. Las tinieblas sobre la faz del abismo – Como las tinieblas cubrían la tierra, así viven las personas sin Cristo en el mundo, las tinieblas representan tristeza, ignorancia, miedo y muerte, estos son el pan de cada día de gente sin Dios.
El Espíritu moviéndose sobre la faz – Una versión de la Biblia dice: “ Y el Espíritu de Dios aleteaba sobe las aguas” Esto nos habla de la constante disposición del Espíritu de rescatarnos en cuanto abramos la puerta de nuestro corazón. ( Ap. 3:20) “He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oye mi voz y abre la puerta entraré a el…”
La palabra de Dios y la Luz – “Y dijo Dios: Sea la Luz…” Juan 1:4. Dice: “En él estaba la vida, y la vida era la Luz de los hombres.” Aquí tenemos la solución a las personas que se sienten solas, devastadas, con miedos, en tinieblas y oscuridades, a los que se sienten vacíos y al borde de los abismos o el fin: El Espíritu de Dios está sobre o frente a su faz a su cara o su persona, intentando decirle que Dios tiene un plan hermoso para usted, su matrimonio y/o su familia, en el que se sentirá satisfecho, pleno, con felicidad-vida, sin temor ni ansiedad, Dios le llama a experimentar la paz verdadera en Jesucristo, si solo abre la puerta de su corazón, para que Dios diga, hable u ordene su Palabra y sea la Luz en su corazón o en su familia, la Palabra de Dios trae el orden donde está el desorden y el vacío.
ORACIÓN: Señor, sé que estás muy cerca de mí, diciéndome que tienes buenos planes para mí. Te abro la puerta de mi corazón para que vengas a mí, hables tu Palabra y ordenes mi vida que se encuentra en desorden y vacío, Señor Jesús, ven a mí, perdona mis pecados y dame la salvación y la paz que solo tú puedes dar. Amén.
Pbro. Lorenzo Reséndiz Arvizu