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No es bueno estar solo


“Y dijo Jehová: No es bueno que el hombre este solo”. (Génesis 2:18)

La idea del aislamiento, la soledad y el individualismo no nacen en la mente de Dios sino todo lo contrario. Es Dios quien asegura que no es bueno que el hombre, la joya máxima de su creación este solo.  Muchos nobles impulsos humanos perecen porque no hay nadie que escuche su expresión. De veras, no es bueno para el hombre estar solo, no sólo en el impulso sexual sino en muchos sentidos mismos de su personalidad,  Cierto grado de aprobación y cierta cantidad de apreciación son esenciales para el desarrollo del carácter humano.

La sociedad moderna nos ha enseñado a ser individualistas, a vagar contra la corriente en nuestras fuerzas, de manera que conceptos como “Familia, Interdependencia, Iglesia, Cuerpo” pierden en si mismos su valor y significado.

Al acercarnos a la Biblia, y mirar la vida de la Iglesia primitiva vemos en ella el contexto de interdependencia en su máxima expresión, vemos el sentimiento empatico, el contentamiento de compartir, el deseo de profundizar en el amor unos con otros, y la seriedad en la reprensión cuando la división, el individualismo y la indiferencia se entrometía en la vida espiritual.

“No es bueno que el hombre este solo” hay ciertas características que necesitan constante reciprocidad, virtudes que deben ser elogiadas, y errores que deben ser reprobados. La familia (La Iglesia) se puede considerar como una asociación vitalicia que implica autosacrifico, compromiso, devoción y educación altruista entre todos. Fuimos creados para ser interdependientes, la forma individualista de ver la realidad, simplemente no funciona en muchas áreas de la  experiencia, sobre todo cuando se trata de las relaciones humanas y la espiritualidad. No te aisles, siempre habra alguien del que puedas aprender, y con el que puedas encontrar reciprocidad.

Pbro. Edgar Pacheco