Conozco a muchas personas en Monterrey que se ponen nerviosas apenas se enteran de algo malo, sea esto un fenómeno natural, una onda fría, una ola de delincuencia, un alza de precios… lo que sea. Como resultado de ello la gente se protege con alarmas, seguros, protectores de puerta, chapas, perros, guardias y cualquier cosa que les haga sentirse mejor, mas seguros. Siempre he pensado que muchos de nosotros no aguantaríamos un sitio militar como aquellos que vivió David cuando sus enemigos lo tenían acorralado; lo más increíble es que en momentos como ese, cuando la lucha está más fuerte, David escribe Salmos como el 20 en el cual, claramente nos da esta lección: Ahora sé que el Señor rescata a su rey ungido. Le responderá desde su santo cielo y lo rescatará con su gran poder. Algunas naciones se jactan de sus caballos y sus carros de guerra, pero nosotros nos jactamos en el nombre del Señor nuestro Dios. Esas naciones se derrumbarán y caerán, pero nosotros nos levantaremos y estaremos firmes. Por eso quiero, como ministro en esta iglesia, unirme a las bendiciones que nuestros pastores hablaron a fin de año sobre Trinidad, usando las palabras de David en ese mismo salmo:
Esté será un año hermoso para la Trinidad, mientras que no pongamos nuestra confianza en las cosas visibles sino que permanezcamos como viendo al Invisible…
Pbro. Efraín Reyes Bonilla