“Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”
Juan el Bautista reconocía que él no era el Mesías prometido; toda su predicación y exhortación iba dirigida a que los oyentes cumplieran en forma práctica con lo que Dios solicitaba, que era volverse a El en genuino arrepentimiento; reconocía que en sí mismo no tenía el poder para cambiar ni trasformar a nadie.
Reconoció que venía uno más poderoso que él; haciendo la siguiente declaración: él os bautizará con el Espíritu Santo y fuego.
Con la venida del Espíritu Santo en el Pentecostés vemos sobre los creyentes este bautismo (Hechos 2) con la evidencia de la proclamación del mensaje de Jesucristo por todas partes. Lucas es el único evangelio que agrega la frase…y fuego.
Porque al igual que Juan el Bautista hoy se proclama el arrepentimiento, el volverse a Dios de todo corazón y hacemos una decisión por Cristo la cual nos asegura eternidad.
Pero el profeta agrega viene uno que no solo puede limpiarte exteriormente, como limpia el agua; sino uno que con su fuego puede quemar toda iniquidad, o todo aquello que nos impida una relación sana y correcta con nuestro Dios y nuestro prójimo.
Quiero compartirte de una experiencia que hace años sucedió en mi vida. Vino a la ciudad un predicador que tenía el don de hacer milagros y sanidades; esto fue en la plaza de toros. Yo asistí con mi madre, nos sentamos en la parte más alta del lugar allí entre una multitud hice una oración que jamás a olvidare “Señor, sáname, hoy mis ojos pueden ver a los paralíticos levantarse (sillas de ruedas vacías) huesos torcidos enderezarse, pero yo en mi alma necesito de tu fuego que me sane” y así salí de aquel lugar sana con un corazón libre de la amargura, dolor, desesperanza, tristeza. Nadie me toco, nadie hizo llamado para sanar corazones heridos, pero fue el fuego de Dios que descendió en aquel lugar llenándome de su presencia.
Este 22 y 23 de Mayo tendremos en nuestra iglesia el “CONGRESO MUJERES DE FUEGO” porque creemos firmemente que necesitamos venir a sentarnos a los pies del único que puede transformar los corazones y permitirle que con su fuego limpie, sane y restaure.
¡Ven y llénate de ese fuego!”, que te hará decirle a otros: “Jesucristo es el Señor y quiere ser tu Salvador.”
¡Ven y llénate de ese fuego que te hará rendirte ante su presencia y así consumirte cada día, para que El crezca y tu mengues!
Hay algo en tu vida con lo que estas luchando y no puedes deshacerte de esto, hábitos que están escondidos y que solo tú sabes que esto no te permite llegar a ser todo lo que Dios ha planeado para ti. Pues ven y bajo el fuego del Espíritu Santo permite que se rompa toda atadura.
Ven y trae una invitada, iniciamos el viernes a las 4:00 p.m. con inscripciones; sábado desde las 9:00a.m. Hasta en la noche, habrá venta de comida.