La Iglesia debe considerarse enferma, si cree, que el Pastor es el único responsable del trabajo y no le ayuda a desempeñarlo, o bien le deja hacer el trabajo de otros; fuera de los Pastores que trabajan en la obra de Jesucristo de tiempo completo recibiendo soporte económico, que tuvieron instrucción teológica y alguna ordenación ministerial, todos los demás creyentes son llamados Laicos.
Los Laicos son los elementos más importantes en la Iglesia, para su multiplicación, ya que el entorno social en el que se desenvuelven presenta innumerables oportunidades para evangelizar y alcanzar a los perdidos.
Recordemos que en la Edad Media; en la fatídica y obscura edad media los creyentes no tenían oportunidad de poseer, leer o interpretar Las Sagradas Escrituras, tampoco podían hablar directamente con Dios, todo tenían que hacerlo a través de un sacerdote terrenal, y ellos, los Laicos, permanecieron pasivos sin derecho alguno en lo que a religión se refería.
Más en el Siglo XVI los reformadores redescubrieron la importancia de los laicos y les dieron su lugar correcto en la Iglesia y la Historia.
De hecho el Metodismo en su Génesis, impulsó y desarrolló este ministerio; fue donde tuvieron la oportunidad de leer, interpretar y enseñar la Biblia; orar directamente a Dios sin necesitar otro mediador que Jesucristo, y el resultado… Un Gran Avivamiento y crecimiento de la Iglesia, es por eso que mi oración es que los laicos se sigan proyectando como líderes y se dejen usar por Dios en el poder del Espíritu Santo.
Pbro. Rodolfo Torres Pérez