Metas.

1. Que la iglesia crezca en número y en calidad de los hijos y siervos de Dios.

2. Que todos los miembros de la iglesia, lleguen a estar enteramente preparados para cumplir la Gran Comisión, o sea, para evangelizar y discipular a otros.

3. Que la evangelización sea ministerio de todos los congregantes y no de unos cuántos.

4. Que cada hijo y siervo de Dios, sea capacitado como evangelista y líder de un grupo.

5. Que cada nuevo asistente o creyente sea evangelizado en forma personal.

6. Que cada nuevo hijo de Dios sea discipulado en forma personal.

7. Que cada célula se reproduzca al final de cada ciclo.

8. Que las personas nuevas, se bauticen e integren a la iglesia.

Virtudes.

1. Haz del evangelismo una práctica constante y continua de toda la iglesia, en vez de una campaña ocasional de unos cuántos.

2. Lleva el evangelio desde los templos, hasta la comunidad, y esto mediante el trabajo celular.

3. Da opciones aceptables para las personas que no desean, como encuentro inicial con el evangelio, asistir a un templo, a un culto religioso, o a escuchar un sermón.

4. Es un medio de bendición muy efectivo para los que necesitan y desean encontrar las respuestas bíblicas y divinas a sus problemas, antes de querer integrarse a la iglesia.

5. Es un medio para que el testimonio cristiano se ejerza efectivamente, también fuera del templo.

6. Logra que haya una excelente comunicación y edificación entre todos los asistentes.

7. Fomenta una buena relación fraternal y el amor cristiano entre los congregantes.

8. Da mejores oportunidad para que todos participen en los ministerios de la iglesia

Pbro. Rodolfo Torres Pérez