Se dedica tiempo a aquello que se considera importante. Es evidente que lo importante en el llamado de Jesús a sus discípulos es que estuvieran con Él. Antes de delegarles autoridad y enviarlos a predicar, expresa la prioridad de su llamado: Estar con Él.

 Orar es pasar tiempo con DIOS entendiendo que ningún ministerio o manifestación de Poder sustituyen la relación con Él. El llamado haría de la oración y la meditación en la Palabra lo más importante e indispensable para ejercer el resto del propósito de haber sido llamado. Se le dedica tiempo al ensayo de un ministerio, a la preparación de un sermón o estudio bíblico, a anunciar el evangelio, a orar por los enfermos, siendo todo esto bueno y parte del llamado al ser la iglesia pero… ¿Y a pasar tiempo con DIOS? Es la prioridad destacada del Señor Jesús al llamar a los doce. Error es contar el tiempo del ejercicio del ministerio como parte de la relación con DIOS. Nada sustituye el estar con Él, es único, valioso, sustancial, es entonces, que el llamado de Jesús antes que todo es un llamado a la oración y a meditar en su Palabra.

 Dedicarás tiempo a la oración si la consideras importante en tu vida y ministerio. Date cuenta que ejercer el ministerio habla de tu responsabilidad, de tu amor por DIOS y su obra pero no de tu relación con Él. Orar y meditar en su Palabra es la genuina acción que refleja tu relación con quien te llamó. ¿Cuánto tiempo dedicas a orar? La importancia de tu llamado es estar con DIOS en oración y alimentándote de su dulce Palabra.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna