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La oración modelo de Jesús “Hágase Señor tu voluntad…”


El “Padre nuestro” (Mateo 6: 9 – 15) son principios a aplicar al orar. No es una oración en sí sino un modelo, un ejemplo de la manera de orar aunque puede ser leído a manera de una oración. La cuarta parte es: Vivir en la voluntad absoluta de DIOS.

Al crear DIOS al hombre le otorgó albedrío (capacidad para tomar decisiones). Este podía decidir entre obedecer o no hacerlo cargando con las consecuencias de sus acciones. DIOS expresa en su Palabra una voluntad permisiva que aún y cuando no esté de acuerdo con las decisiones y consecuencias del hombre las permite, pero también expresa una voluntad absoluta la cual es su deseo y propósito (Romanos 12:2).

La oración del Padre nuestro enseña que quien identifica a DIOS como Padre deberá vivir en su voluntad absoluta y no permisiva. Al caer el hombre en pecado en el Edén las dos voluntades de DIOS están reveladas. DIOS permitió cayera pero no lo “empujó” a que sucediera. El albedrio del hombre fue ejercido, y la consecuencia aparece para ser expulsado dado que en el cielo sólo es hecha la voluntad absoluta de DIOS. Por ello, la oración debe guiar al creyente a no pedir por aquello que desee DIOS permita sino por aquello en lo que DIOS apruebe. No debe ser la oración un monologo donde se hable pero no se escuche a DIOS, hallando “paz” en su permisividad y no en su aprobación. Sus hijos deben buscar su aprobación al subordinar sus deseos a los planes y propósitos de su Señor (Lucas 6:46).

Hágase Señor tu voluntad, es renunciar al albedrío para buscar la aprobación de DIOS y no su permisividad.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna