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La oración modelo de Jesús “El pan nuestro de cada día…”  


El “Padre nuestro” (Mateo 6: 9 – 15) son principios a aplicar al orar. No es una oración en sí sino un modelo, un ejemplo de la manera de orar aunque puede ser leído a manera de una oración. La quinta parte es: Su Provisión divina.

La expresión “cada día” en el original ha causado una dificultad a su interpretación; sin embargo, se ha concluido como la petición hecha a DIOS sobre las necesidades del día siguiente. Es un llamado a la intervención de la provisión divina para cada día. Es en la fe que DIOS siempre conoce las necesidades de sus hijos y que jamás les abandona sino atiende y suple. Es evidente que la oración también contempla las peticiones según las necesidades del momento y del mañana, que es una sustitución al afán. Mientras que el afán trae consigo tensión, estrés, e incertidumbre, la oración al pedir el “pan nuestro de cada día” otorga al corazón paz, confianza, esperanza y la seguridad de que DIOS, su Padre, le concederá de acuerdo a su Provisión divina (Salmo 34:10). Orar es un asunto de confianza donde el afán es dejado para abandonarse en las manos provisoras del Señor. Pedir cada día el pan es la seguridad del hijo en el cuidado del Padre.

DIOS es personal y no impersonal. Sostiene una cercanía con sus hijos no desconociendo sus condiciones y necesidades. No es su último recurso sino su primera llamada, y la oración el medio para hacerlo. La enseñanza de pedir en oración el pan nuestro de cada día es descansar en la Provisión de DIOS que nada falta a quienes le buscan, a hacer de sus afanes peticiones que traigan al corazón la paz de su Padre Celestial.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna