Santiago 5:16 Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados, La oración eficaz del justo puede mucho.
¿Cuándo fue la última vez que nos arrodillamos y clamamos a Dios por el problema de otra persona? Estamos con frecuencia tan concentrados en nuestras vidas, que a veces no somos capaces de ver las cosas que otras personas están sufriendo.
Hablo de situaciones que no afectan en absoluto a nuestra familia inmediata, como la de una persona que esta sufriendo con diferentes problemas de salud, o por alguien que le robaron en su persona, o por la situación que pasa en nuestro país con la delincuencia organizada, pero ya sea que las circunstancias afecten a perfectos desconocidos, o algo que nos toca de cerca, ¿ no nos parece muchas veces que el problema es demasiado grande para que la oración de nosotros pueda servir de algo?
Esta es una mentira que viene directamente de el enemigo, quien quiere que creamos que los grandes desastres y tragedias son demasiados inmensos , para que nuestras oraciones tengan algún efecto.
Mas el Dios Poderoso tiene el poder de sanar, traer paz y cambiar las circunstancias. Y Él ha decidido que sus hijos, nosotros, participemos en el proceso por medio de la oración, Él nos manda ha hablar con Él de todo.
Por Eso la próxima vez que nos enteremos de alguna tragedia, de un problema, de alguna necesidad de otra persona rechaza la tentación de distanciarte del asunto. Permite que la noticia se convierta en un catalizador para la oración, no lo dudes, Dios esta siempre atento a la oración que clamamos a ÉL.
JOSEFINA PECINA HERNÁNDEZ