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La Navidad


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Finalmente quiero recordar que enemigo siempre quiere desviar la atención de la iglesia.

El evangelio de Juan, al relatar de forma muy peculiar el nacimiento de Cristo dice:

En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella. Juan 1:1-5.

El enemigo siempre ha querido destruir la obra de Dios, lo vemos en el huerto del Edén, luego con Caín y Abel etc. El diablo siempre ha tratado de distraer a la iglesia para que no le de toda la honra y gloria Jesucristo, Juan dice “la luz en las tinieblas resplandece, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”; esa Luz es Jesús…!!! Y creo firmemente que es obra del diablo introducida entre la iglesia, la idea de no celebrar la Navidad, de no festejar este hecho tan hermoso, poniendo argumentos tan endebles y necios. Es triste ver que algunos cristianos se dejan llevar por esta trampa maligna.

Una crítica válida es la que se nos hace en relación a que no debemos desvirtuar la razón de los festejos, que es Jesús, el Salvador que vino a este mundo, como el mejor regalo que Dios nos haya podido dar, para reconciliarnos con Él, cediendo a la presión de los comerciantes que nos invitan, con Santa Claus, a gastar el dinero que no tenemos y a endrogarnos en forma imprudente, o a tomar como pretexto las fiestas navideñas para organizar borracheras, y otras necedades.

Nosotros estamos de acuerdo en que es mejor regalar afecto que comprarlo y que aunque es una buena costumbre el darnos regalos en Navidad, siguiendo el ejemplo de Dios que nos dio el más grande de los regalos de Navidad (el don inefable que es Jesucristo),  no debemos olvidar que la razón de la celebración, es Jesús, por lo que lo más importante en nuestros festejos debe ser dar Gloria en las alturas a Dios, y promover en la tierra paz y buena voluntad para con los hombres.

La Navidad debe ser una época de celebración y fiestas, pero también debe ser una temporada de reconciliación con Dios y de búsqueda de la paz entre los hermanos, parientes, vecinos, compañeros de trabajo, los hermanos en la fe, y aún entre las naciones.

También debe ser una temporada en que demostremos nuestra buena voluntad hacia los menos afortunados que nosotros y de cooperar con la iglesia que en esta época regalan juguetes y ayudan a los pobres.

Pero sobre todas las cosas, este tiempo debe ser un tiempo de proclamación de las buenas nuevas de esperanza y de salvación, que el hecho histórico de la Navidad trajo a todos los pecadores. Celebremos predicando que nació el Salvador.

Con todo, una Navidad sin Cristo, no es Navidad, podrá faltar el pino, los regalos, los himnos navideños, podrá no haber pavo, ni pierna o posadas, y aun así, podemos celebrar la Navidad. Más si celebramos la Navidad y nos olvidamos de lo más importante que es el nacimiento de Jesús, entonces, no tendría razón de ser.

Pbro. David Eduardo Almanza Villalobos.