Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


LA MISIÓN


He estado en reflexión varios días acerca de este asunto y creo que es importante decirlo de esta forma: ¡Nos falta despertar y brillar más, Trinidad!… A la vuelta de nosotros hay cantinas, un gimnasio donde se hacen conciertos de música metálica con tintes satánicos, en la Macroplaza se acaba de realizar una marcha gay, se roban espejos y abren autos en nuestras calles aledañas, muy cerca está un antro tipo “table”, un bar para darks, etc. Usted podría decir que así no era antes, que “el centro se está poniendo feo” pero la verdad es que en lugar de hacer algo pareciera que estamos escondidos como si no quisiéramos “contaminarnos” y lo mejor que esperamos es que no le hagan nada a nuestros carros. Tomar la postura religiosa sería arremeter contra ellos, exigirles que se vayan y no andar de noche por las calles de Trini, esto está equivocado; otra postura sería hacer como si nada pasara, seguir con nuestras actividades y simplemente tratar de no tener problemas con los vecinos, lo cual no refleja un cristianismo vivo sino que se parece más a un club social elitista. Podríamos quejarnos con las autoridades porque nos cierran las calles con las carreras deportivas, podríamos marchar con pancartas y esto tampoco resuelve las cosas… HAY QUE MOVERSE: Podríamos aprovechar las carreras para invitar a la gente a Trini, podríamos salir algunas noches en forma planeada e intencional a la zona de las cantinas y ofrecer conductores designados, podríamos usar el semáforo que tenemos ENFRENTE para orar por los autos, limpiarlos y predicar a Cristo repartiendo literatura, podríamos apoyar a ministerios como el de Ágape que afecta positivamente a nuestros vecinos en forma directa y radical (ministerio con indigentes) y no estorbar su trabajo, podríamos participar y fomentar el nuevo ministerio Iglesia en Movimiento 3:16 que inició el día de ayer (ayuda médica, psicológica y social) y a los ministerios de Acción Social de la iglesia o al de Hospitales. Hay un enorme flujo de muchachos que estudian la prepa y la universidad en la escuela vecina a los cuales podemos predicarles en lugar de pelearnos con ellos por estacionamiento; podemos imprimir etiquetas adheribles para nuestros espejos que hablan sobre el robo y bendicen a quienes los tomaron y los invitan a la iglesia. Debemos reiniciar las vueltas a la manzana de oración que se hacían anteriormente, acercarnos a las marchas para ayudar a un joven que marcha pero está perdido en sus pecados, de hecho, debiéramos hacer marchas nuestras más seguido y participar de las que hay en las que se predica el amor de Dios.

Hermanos, ya no hacemos ruido y pocos nos conocen en nuestra propia comunidad, saben que estamos ahí pero nunca participan con nosotros, no causamos beneficios directos pero si estorbamos bastante con nuestros vehículos. Los cambios no son responsabilidad única de los pastores, los jóvenes o él área de Evangélismo, porque la Gran Comisión es una orden para todo cristiano. La Iglesia de Cristo no fue llamada al encierro sino al impacto social, esta lámpara debe salir de abajo del almud y alumbrar a todos los que nos rodean… como antaño… pero más…

                                                                                                       Pbro. Efraín Reyes Bonilla