Pero ustedes son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey, una nación santa, y un pueblo que pertenece a Dios. Él los eligió para que anuncien las poderosas obras de aquel  que los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa. 1 P. 2:9. (PDT).

Cuando Dios rescató a Israel de la esclavitud en Egipto, les dijo que serían su especial tesoro, y una nación santa; diferente a los demás pueblos de la tierra, en cuanto a su vida moral,  civil y religiosa. Esto quería decir, que tendrían y adorarían a un solo Dios (Jehová), a diferencia de las otras naciones, que veneraban muchos ídolos; sus leyes serían más justas y humanas que las leyes de los demás; y por ende, su conducta y moralidad sería mucho más alta que el resto de sus enemigos por conquistar, y también que las de sus vecinos, los sidonios, árabes, moabitas, egipcios, filisteos, etc.; quienes practicaban además de la idolatría, el adulterio, prostitución, sodomía, (homosexualismo) zoofilia, incesto, hechicería, adivinación, etc.

Cuando el Señor Jesucristo vino a  salvarnos por medio del Evangelio, nos dimos cuenta, que, al igual que aquellas naciones enemigas de Israel, nosotros éramos y practicábamos algunas o muchas de esas obras abominables para Dios, aunque de muchas ni sabíamos que eran tan malas. El apóstol  Pablo confirma en 1 Corintios 6:9. Que los injustos, adúlteros, idólatras, afeminados, los que se echan con varones, ladrones, avaros, borrachos, maldicientes y estafadores; no heredarán el reino de Dios; y esto éramos algunos, pero ya hemos sido lavados, santificados y  justificados  en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios. Ahora como dice nuestro texto, (1 P 2:9) somos un pueblo escogido, diferente a los demás; ahora nos llamamos “cristianos”, es decir, creyentes y seguidores o imitadores de Jesucristo. (un pueblo, santo, victorioso y feliz).

Las últimas noticias nos confirman que el cumplimiento de las palabras de nuestro Señor Jesucristo en Mateo 10:22 y 28, siguen vigentes y se están cumpliendo claramente: cristianos están siendo perseguidos, maltratados y muertos por su fe en Cristo; y por otro lado, los gobiernos de muchas naciones están legislando contra los mandamientos de Dios, (matrimonios del mismo sexo), incesto, como ejemplos. La Palabra de Dios nos lo anticipó desde hace cientos de años, en Isaías 5:20 dice: ¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y dulce por amargo. Y todo esto, como dice 1 P 4:4. “ por eso a los que no creen, ahora les parece extraño que ustedes ya no se unan a ellos en su vida perdida y desenfrenada, y por eso hablan mal de ustedes,”  Por eso es que hemos de atender al llamado que nuestro Señor Jesucristo nos está haciendo, de recibir su evangelio, creyendo y recibiéndole como nuestro Salvador, arrepintiéndonos de todos nuestros pecados, obteniendo su perdón y salvación de nuestras almas, sin importar lo que hayamos sido o hecho en el mundo; Jesús nos exhorta a dejar las corrientes de pensamientos, palabras y obras pecaminosas con la ayuda del Espíritu Santo que nos envía, para poder ser victoriosos y glorificar al Padre en su Nombre. Por lo que también entonces, hemos de intensificar nuestra vida devocional, es decir, orar con mayor fervor, estudiar con mayor diligencia nuestra Biblia, hasta que experimentemos y mantengamos el avivamiento en nuestra vida, iglesia y sociedad.

Pastor: Lorenzo Reséndiz Arvizu