Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


HACE TREINTA Y UN AÑOS…


Vete a tu casa, a los tuyos, y cuéntales cuán grandes cosas el Señor ha hecho contigo… Marcos 5:19.

-¡Si quieres que sigamos con nuestra amistad, no me vuelvas hablarme de Cristo!- le dije molesto, casi enojado a mi mejor amigo en ese momento. – Está bien, -me dijo, -no te volveré hablar de mi salvación y  mi fe en Jesucristo, solo déjame decirte esto último: La Biblia es la Palabra de Dios, y por tanto, la verdad y máxima autoridad y confianza sobre nuestra Salvación, sobre cualquier hombre o religión… – Está bien, está bien.- le dije interrumpiéndolo.

Por la bonita y sólida amistad que habíamos desarrollado, no volvió a tocar el tema de la religión por varios meses, en los cuales, sus  palabras “La Biblia es la Palabra de Dios” hicieron tal impacto en mi mente, que quedaron marcadas hasta hoy.  Pero al final del curso, fui yo, quien, movido por el Espíritu Santo, y cansado del terrible vacío en mi corazón, aun después de haber intentado llenarlo devocionalmente en mi religión y distracciones sin conseguirlo, se iban agudizando mis crisis de depresión al grado de pensar en la muerte;  le insinué y luego le dije abiertamente que me invitara a su iglesia; quizá un mes y medio después de esto, me encontré de rodillas arrepintiéndome sinceramente de mis pecados y confesando a Jesucristo como Señor y Salvador, rogándole su perdón, salvación y su ayuda para permanecer con Él hasta el último segundo de mi vida, petición que le sigo haciendo hasta el día de hoy en mi oración… desde hace treinta y un años.

Oración: Señor Jesucristo: Gracias por salvarme, perdonarme todos mis pecados y enviar tu Espíritu Santo a mí. Te pido uses mi vida, para contar a mi familia y amigos, las grandes cosas que tú has hecho conmigo; de tal forma, que vengan a ti.

Pbro. Lorenzo Reséndiz Arvizu