Mientras la desesperación y desánimo muestran alternativas la oración guía a la salida.

Cuando se cae en el desánimo y desesperación todo parece estar terminado. Ver la vida a través de estas condiciones resulta sin ningún sentido. Son pésimos consejeros mostrando diversas alternativas para salir de la situación pero ignorando los planes de DIOS y su fiel y precisa intervención siempre que se acude a Él. Caer en el pozo de la desesperación es ver desde lejos la salida tratando de convencer al corazón de acceder a sus alternativas. La presión del tiempo al transcurrir sin obtener  la salida, lo tedioso de la situación al no estar claro el panorama, afecta la visión de la fe llevando al desánimo al corazón. Cuando éste aparece ya no se espera en DIOS se conforma en la condición dando paso a la renuncia. Esta no fue la actitud del salmista, sino dice que esperó en DIOS pacientemente, jamás dejó que su desánimo describiera su futuro, fue su fe la que le llevó a creer que DIOS le respondería y sería rescatado de su desesperación, para ser conducido a la única salida de su situación.

Sólo la oración guía a la salida lo presentado por tus emociones son alternativas. No es en el impulso de lo que se siente es en la paz que al orar se tiene que se llega a la salida. No permitas que un estado anímico confunda tu andar y te lleve a tomar alternativas bajo el impulso de lo que sientes por lo vivido. Ora, y deja que la paz de DIOS venga a tu vida trayendo su claridad a tu andar para que puedas avanzar hacia la salida. Todo pasa, y de la mano del Señor se es recatado del pozo de la desesperación. Lo mejor será que combatas al desánimo con la paciencia de estar a la expectativa de la respuesta de DIOS porque siempre que se acude a Él, dará su respuesta.

  Pbro. Jonathan Lozano Luna