Cuando te sientas con falta de gozo, fuerzas y motivación hay un pasaje que traerá medicina a tu vida. Salmo 92:10 «Pero tú aumentarás mis fuerzas como las del búfalo; Seré ungido con aceite fresco». A veces no hay causa aparente para sentirse así. Más sin embargo ese sentir ahí está. Y otras veces, sí hay causas que rebasan nuestras fuerzas y para cuando nos damos cuenta, estamos sumergidos en una tristeza pasiva. El Salmo 92 nos da una promesa poderosa basada en el comparativo de uno de los animales que se distinguen por su fuerza y furia, el búfalo. Éste, cuando se ve atacado, hace movimientos sacudiendo su joroba para que de ahí, se suelte un aceite que impregne su piel, de manera que cuando las garras de su enemigo se quieran incrustar en él, éstas se resbalen y no logren lastimarlo. Fuerza y fortaleza vienen de la misma raíz hebrea “jayil” la cual significa: la capacidad de hacer o de producir. Y ahí está la clave, si el búfalo no produce esos movimientos su aceite no se soltará ni lo cubrirá.
Cuando declaramos una convicción como el salmo 92 y creemos que Dios nos ayuda, estamos disponiendo nuestro ser para recibir ese aceite, imagino que en actitud de oración inclinamos la cabeza y la mano de Dios vierte sobre nosotros de su esencia, empezando a mojar el razonamiento para que los pensamientos sean de victoria y de ánimo. Así baja al corazón la unción que necesitamos para desligarnos de las garras de la tristeza, el desánimo y poner fin al agotamiento emocional que merma nuestra vida.
Prevalecer en la batalla de días y obtener unas fuerzas que sean suficientes para soportar cualquier cosa es una tarea constante y Dios no nos dejará, nunca nos soltará, porque todo lo podemos en Cristo que nos fortalece (Fil 4:13). Ahora no olvidemos que el gozo está fuertemente ligado a la fortaleza. «Luego les dijo: Id, comed grosuras, y bebed vino dulce, y enviad porciones a los que no tienen nada preparado; porque día santo es a nuestro Señor; no os entristezcáis, porque el gozo de Jehová es vuestra fuerza» (Nehemías 8:10). Nehemías, Esdras y los levitas estaban leyendo la ley al pueblo y ellos lloraban al escucharla pues sus corazones eran redargüidos a causa del pecado. Aquí hay una indicación, no entristecerse, es una decisión, y aunque ese sentimiento sea natural, no dejemos que gane terreno, sino que debemos sobreponernos para estar de pie cada día. Otro dato interesante del búfalo es ¡que puede soportar cargas de 1,298 kg! Jesús soportó la muerte, el peso del pecado de toda la humanidad y logró experimentar esas fuerzas que sólo vienen de Dios y sabes que al darnos de su aceite, nos da de su esencia en fuerzas. Solo en su presencia, en oración obtengo la cantidad de gozo suficiente para vivir como debo, en plenitud. Dios nos ha dado la capacidad de ser productivos y la capacidad de estar gozosos nos concierne a nosotros. El gozo es parte del fruto del Espíritu Santo, es una de las expresiones de su naturaleza dentro de nosotros. (Gálatas 5:22-23)
Es nuestra oración que tus fuerzas no mengüen y su unción sea sobre todos, no para cargar pesadas necesidades, sino para sacudirlas y deleitarnos con la frescura de un aceite que nos da aroma de Cristo y poder de lo alto.
Dios los bendiga ricamente en su fuerza.
Magda Saldaña de Lozano