A la distancia se escuchaba un canto estruendoso de gloria que el pueblo de Israel elevaba ante Dios, cruzar el mar Rojo, teniendo como muro las aguas del mar, y un sendero seco ¡no cualquiera! Miles vieron a su enemigo el faraón con su ejército, ahogado en las aguas, vieron el poder de Dios pero también su profundo amor por ellos. Ese paso sobrenatural en medio del mar era el inicio de una sanidad mental y espiritual que Dios quería hacer en ellos. La tarea era sacar al Egipto de sus corazones. Mientras las cosas salen bien, tenemos un canto de alabanza, pero cuando la historia da un giro, el gozo del alma se puede convertir en tristeza, frustración, ira o amargura, ante una necesidad no suplida, la reacción del corazón tiende a inclinarse a las emociones negativas, las cuales no son malas, sino la constancia de ellas en nuestra vida, hacen un carácter forjado en lo frágil en lo inestable. El relato resalta un pecado que cometieron contra Dios y contra Moisés, la murmuración originada por la amargura (Éxodo 15:22-27). El llevarlos ahí tenía un fin «Y Moisés clamó a Jehová, y Jehová le mostró un árbol; y lo echó en las aguas, y las aguas se endulzaron. Allí les dio estatutos y ordenanzas, y allí los probó; y dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, e hicieres lo recto delante de sus ojos, y dieres oído a sus mandamientos, y guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador» Dios planeó probarlos para mostrarse como Sanador, sanador de almas enfermas a causa de la servidumbre. El mundo cautiva y atrae, asuntos como el endeudamiento, los juegos de azar, los diversos excesos de la vida, etc. Nos llevan a vivir para otro, no para Cristo. Vea el cambio en el agua, no solo se hizo apta para beber, sino que Dios le puso un ingrediente más, sabor a dulce, rica para beber. Cristo es el único que endulza nuestra alma, la amargura es un cáncer espiritual, un tumor maligno que consume, una persona amargada es dura, señala a los demás, para ella todo está mal hecho, critica a todos y a todo, no perdona los errores de los demás, señala a quien se ha equivocado, generalmente grita con frecuencia y está irritable la mayor parte del tiempo. La amargura se presenta cuando las cosas no salen como esperamos o cuando no obtenemos lo que necesitamos, Dios tenía preparado un lugar llamado Elim donde había doce fuentes de agua y 70 palmeras, Elim es un lugar de abundancia y las palmeras son sinónimo de fortaleza, permanencia, arraigo, gran altura. Pero tenían que pasar la prueba. Eso tiene para nosotros también. Llevamos 15 días de ayuno y oración, las fuentes de sanidad están ahí en la presencia de Dios, Mara no es para siempre, el ayuno también es abstenerse de la ira, la murmuración, la apatía, el desgano, etc. El próximo sábado 13 cerraremos este tiempo desde las 6 a.m. hasta la 1:00 p.m. con un tiempo de adoración. Las fuentes de sanidad tienen espacio suficiente para usted. Dios los bendiga abundantemente con sanidad.
Magda Saldaña de Lozano