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Frutos del Espíritu


En la Biblia se compara al hombre como los arboles

Salmo 1:3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.

Isaías 63:1b y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria  suya

Jer 17:7-8 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová. Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, a que junto a la corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará de dar fruto.

Todos y cada uno de nosotros debemos de producir fruto, y buen fruto. Si no damos buenos frutos seremos juzgados y condenados.

El dar fruto es usado en la Escritura como un símbolo de madurez espiritual y bienestar. Un árbol inmaduro, seco y enfermo no da fruto.

Este es el centro de la manifestación práctica de la vida cristiana. Es por los frutos del carácter, que se manifiestan en la vida diaria, que el cristiano da evidencia de la realidad de la vida de Cristo dentro de él.

Ez 47:12b y el fruto que darán cada mes servirá de alimento».

Mat 3: 10 Y ya también el hacha está puesta a la raíz de los árboles; por tanto todo árbol que no da buen fruto es     cortado y echado en el fuego.

Mat 12: 33 O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol

¿Pero cuál es el fruto que se espera de nosotros? Es el tema del día de hoy.

Haciendo una analogía, podemos verlo en los billetes. Los billetes verdaderos tienen ciertas características que los hacen inimitables (papel algodón o polímero, impresión con relieve, ventana transparente, marca de agua, hilo de seguridad, fondos lineales, fluorescencia). Los cajeros memorizan las características verdaderas de un billete, de tal manera que cuando se topan con uno falso lo reconocen inmediatamente. ¿Porque? Porque distinguen los verdaderos.

En la vida cristiana para diferenciar a alguien verdadero de alguien falso no podemos centrarnos en estudiar lo falso o la imitación, si no reconocer aquello que es verdadero.

Yared Cepeda