El día de hoy celebramos a todos los padres, la intención es honrar la influencia del padre en la vida de los hijos. Debemos recordar que la biblia nos dice “honra a tu padre…que es el primer mandamiento con promesa” Efesios 6:2 “Honra a tu padre…para que tus días se alarguen en la tierra” Éxodo 20:12
Hablando del varón Jhon Maxwell en su libro Compañeros de oración cuenta la siguiente historia: “Arthur J. Moore era un obispo metodista a principios de este siglo. Pero antes de servir en ese cargo, pastoreó algunas de las iglesias metodistas más grandes del sur. Era un evangelista firme y de éxito, y cada domingo que predicaba, al menos una persona se convertía. Un día antes de comenzar el servicio de adoración, un amigo le visitó y le preguntó: —¿Por qué tienes tanto éxito? —Ven conmigo—dijo Moore. Llevó al visitante al sótano donde había un grupo de personas reunidas en oración. Había setenta hombres orando fervientemente por él y por el servicio de adoración que estaba a punto de comenzar. Cuando los compañeros de oración terminaron, subieron en silencio las escaleras hacia el servicio. Moore se volvió a su amigo y dijo: —Fíjate dónde se sientan—continuó Moore. —¿Qué quieres decir?—le preguntó al observar cómo se diseminaban por todo el santuario. —Mira—dijo Moore—.
Se sientan esparcidos en el salón y los lugares en que cada uno de ellos se sientan se transforman en algo así como el centro de un calor divino que, cualquiera que esté sentado a su lado congelado en su pecado, está sujeto a descongelarse antes del que el servicio termine. Cuando un grupo de personas levanta su iglesia y se asocia con su líder en oración, suceden cosas increíbles.
La Biblia está llena de ejemplos de lo que ocurre cuando las personas se agrupan en equipo. Por ejemplo, en Mateo 18.19–20 Jesús dijo: «Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos».
¡Qué increíble promesa! Nos asegura que hay poder en la oración colectiva. Y al aumentar el número de personas que oran, también aumenta el poder de sus oraciones.
Como dice en Deuteronomio 32.30: «¿Cómo podría perseguir uno a mil, y dos hacer huir a diez mil, si su Roca no los hubiese vendido, y El Señor no los hubiera entregado?» Dios está con nosotros cuando oramos juntos y lo que suceda como resultado puede ser asombroso.
” La Biblia dice que “Cristo es la cabeza de todo varón” 1 Corintios 11:3 De esta historia podemos aprender lo siguiente: El varón debe ser una persona comprometida con Dios, debe ser una persona comprometida con la oración, es un agente de avivamiento y transformación dentro de la iglesia; su testimonio debe contagiar a otros y vivir en el fluir del Espíritu Santo.
Pbro. Rodolfo Torres Pérez