Durante este mes estaremos hablando del amor, pero no sólo del romántico que es pasajero y está destinado a acabar después de un tiempo, sino del verdadero, del que nunca deja de ser, aquél que está explicado en 1Corintios 13. El día de hoy queremos reflexionar acerca de esta característica: “el amor… no hace nada indebido” (v.5), otras versiones dicen, no se porta indecorosamente, no se comporta con rudeza, no es descortés, no es grosero, no es ofensivo, no hace nada impropio. Tiene que ver entonces con el decoro, la moral, el buen trato y las ofensas.
El problema es que hemos dejado de llamar indebido o indecoroso a lo que hace años se le llamaba así, el bombardeo ha sido suficiente como para convencer a algunos cristianos que las prácticas sexuales fuera del matrimonio son normales y buenas mientras se use el condón, que la pornografía y las perversiones son “sanas si no se abusa de ellas”, que cada uno de nosotros puede elegir su preferencia sexual, que los tocamientos y los besos son parte normal de un noviazgo y que tener varios noviazgos es mejor que quedarse con el primero. Parece que fue hace siglos cuando una persona mayor podía darle un golpe en la cabeza a una pareja que se estuviera besando en la calle (y nada qué decir de que esa pareja fuera heterosexual… por supuesto que lo eran); me parece una clara señal de los últimos tiempos el que la maldad se haya multiplicado, que el amor de los cristianos se esté enfriando (Mt 24:12), y que por lo tanto ahora ser virgen esté mal, dar tu primer beso en tu boda sea imposible, o que casarte con tu primer novio(a) sea tan mal visto. Los resultados son lógicos, las personas se sienten vacías, nunca encuentran el amor verdadero, y van de relación en relación cometiendo errores constantemente.
El amor tampoco es ofensivo, descortés ni grosero, por ello las relaciones de personas que discuten constantemente, que se agreden todo el tiempo, que viven con celos de todo el mundo y quieren ser exclusivistas, que no se tratan con caballerosidad y gentileza, no están viviendo el amor verdadero, aunque crean que es así o crean que los años justifican el maltrato verbal… ¡¿Y qué decir del maltrato físico?! Hermanos, nos hemos acostumbrado a actitudes y comportamientos que claramente son antibíblicos, y esa costumbre nos ha llevado a decirle a lo bueno malo y a lo malo bueno (Is 5:20), hemos permitido que conceptos equivocados del amor, las relaciones de noviazgo, de familia, de matrimonio, rijan nuestra vida sin ser filtrados por la Palabra de Dios, y esto es una realidad aún en nuestra iglesia. Hemos dejado de hacer las cosas A LA MANERA DE DIOS y las hemos venido a hacer a la nuestra. Seamos perfeccionados en el amor, el amor de Dios que implica PROVEER Y PROTEGER, si amas, proveerás todo lo necesario para que aquellos a quienes amas tengan todo lo necesario para ser mejores personas, para cumplir su propósito en Dios, y los protegerás de cualquier situación que ponga en peligro su integridad física, espiritual y emocional, así que no harás nada indebido, nada que los ponga en vergüenza, en peligro de perder su salvación o su santidad.
Pbro. Efraín Reyes Bonilla