El inicio de un año es motivo de incertidumbre para muchos en el desconocimiento de lo que deparará el año en curso. Es vislumbrado desde un ambiente de duda y no de expectación. Si bien es verdad que no se sabe lo que sucederá la realidad es que la Presencia de DIOS estará en cada uno de sus días.
La Presencia de DIOS más que una promesa es una realidad. Josué sería animado a cruzar el Jordán con la certeza de que DIOS estaría con él a donde quiera que fuera siendo irrelevante lo que presenciaría tras cruzar el Jordán porque lo haría de la mano de DIOS (Josué 1:9b). Cruzar el Jordán no tenía porque ser una incertidumbre ante la ausencia de Moisés dado que DIOS estaba con ellos para guiarlos hasta su estabilidad. Entrar a la tierra prometida no debió ser un ambiente de desánimo ni de duda sino una expectación de lo que DIOS haría según sus promesas (Josué 3:5). Ten la seguridad de que tomado de la mano de DIOS nadie te podrá hacer frente en este año, que tu certeza de bien no se basa en ti sino en que DIOS estará contigo (Josué 1:5).
Ha iniciado el 2018 y sus días transcurrirán sin detenerse. Se ha cruzado de año esperando los desafíos y pruebas su momento de aparecer pero la realidad que sostendrá tu vida en paz y fortaleza es que DIOS estará contigo. El inicio de un año no es motivo de duda sino de expectativa. No se vislumbra desde tu circunstancialidad sino de las promesas de DIOS que librarán tu vida del mal. El bien y misericordia del Señor te seguirán todos los días de este año, esa es tu seguridad.
La inseguridad de “no sé lo que me deparará el año” debe ser sustituida por la expectativa de ¡Sorpréndeme, Señor! Nada malo sucede si tomas la mano de DIOS y permites te guíe en esta aventura de fe al cruzar de año. 2018, aún hay más, lo mejor está por llegar.
Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna