Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


¡ES NECESARIA UNA REVOLUCIÓN! (3/4)


          Una de las partes difíciles de mi trabajo como pastor es que me toca enterarme de cosas privadas, personales y secretos de familia; entiendo ahora cuántos de los problemas que los muchachos enfrentan provienen de su casa (esto excluye a aquellos que fueron bien enseñados en casa pero decidieron tomar malas decisiones) conclusión a la que he llegado después de ocho años de carrera pastoral. Estas líneas no son para ventilar a una o dos familias de la iglesia sino algo que hablar porque ya son demasiados casos en este sentido. Es en casa y a través de mis padres donde aprendo a tomar lo que no es mío, a no devolver lo que se me prestó, a mentir, a menospreciar y difamar a las autoridades, a defenderme de quien me hace burla, a aplicar la ley del talión (ojo por ojo) y poner en su lugar a quien creo que se lo merece, a pasarme la luz roja, estacionarme en lugar indebido (o en dos cajones), a no cederle el lugar a las mujeres, los ancianos o los discapacitados, a rechazar a quien me pide dinero en la calle, a pensar que yo tengo razón y los demás deben respetarme o amarme como soy… Es en casa donde se me enseña a dedicar mi vida a ganar dinero y que otros me sirvan, a ganar poder y usarlo a mi favor, a usar a las personas como experimentos hasta que halle a la persona ideal, a ir a la iglesia, a ser un escucha nada más pero nunca formar parte de un ministerio o de una célula… Es en casa también donde se me enseña (o no) límites en el respeto a otros, las caricias entre novios, la vestimenta, la alimentación, la diversión, la ayuda mutua, el servicio, etc… ES NECESARIA UNA REVOLUCIÓN EN LOS HOGARES, un cambio radical en la forma de educar a nuestros hijos, en el ejemplo que les ponemos, en los límites que fijamos para ellos… Es importante que dejemos de pensar que lo sabemos todo y nadie puede enseñarnos, que tengamos más humildad para aprender de otros (aún si fueran más jóvenes que nosotros). Es vital que dejemos de tapar los errores que nuestros hijos cometen y les enseñemos a responder y pagar por ellos (al hacerlo les causamos un pequeño dolor hoy que les evitará un gran dolor en el futuro)… Y lo que es verdaderamente indispensable es que seamos realmente bíblicos para que toda nuestra cosmovisión cambie y comencemos a vivir y a enseñar lo que Dios quiere y tiremos a la basura las enseñanzas (aunque sean de mi abuela querida o de mi madre “santa”) que no se sujetan a la Palabra… Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres… Si como padre te has equivocado y ya puedes reconocerlo entonces hay gran esperanza para ti y tus hijos, hay restauración y perdón para quien sabe humillarse ante Dios y no encubre su pecado…

Pbro. Efraín Reyes Bonilla

PAPÁS DE TRINIDAD: Si ustedes tienen hijos jóvenes o adolescentes los invitamos a los cuatro talleres que se impartirán el sábado 5 de octubre a partir de las 4pm en los cuales trataremos estos temas en forma directa. No lo pierda.