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ENTENDIENDO BIEN LA BIBLIA


Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos hablaba las Escrituras? Lucas 24:32.

Como cristianos a menudo estamos lidiando con las personas no cristianas en nuestro entorno, en relación con nuestra fe, la cual está basada y sostenida en las Sagradas Escrituras, La Biblia. Nuestros queridos escépticos nos argumentan que la Biblia la escribieron, los hombres y por tanto no es la Palabra de Dios, otros más agresivos dicen que son mitos las historias de nuestro Sagrado Libro, pero tanto unos como otros, en su ignorancia y/o  necedad nos provocan diciendo que la Biblia se contradice.

El punto incluso es que ni siquiera, los que creemos y aceptamos  el dogma de la inspiración divina en la escritura de la Palabra de Dios, tenemos garantizado que la entendamos correctamente; veamos los siguientes pasajes:

  1. Marcos 12:24. “ Entonces Jesús les dijo:  ¿No erráis por esto, porque ignoráis las Escrituras y el poder de Dios?”  Nos narra el encuentro entre Jesús y unos maestros de Escritura que, aunque la leían, estudiaban y creían en ella como Palabra de Dios, la ignoraban y por ende la entendían mal o incorrectamente.
  2. Juan 5:39. “ Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí.” Nos dice que la Biblia hemos de escudriñarla o estudiarla con mucho cuidado y reverencia, por ser las que nos hablan como alcanzar la eternidad en la presencia de  Dios en el cielo y nos dicen ampliamente de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.
  3. Lucas 24:32. “ Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos hablaba las Escrituras? Nos especifica que pronunciada la Biblia por quien la tiene y la vive, produce efectos ardientes en los que la oyen, produciendo acciones inmediatas, y cambios favorables en las personas que así lo crean, deseen y lo reciban.

La Biblia, la Palabra de Dios escrita, sigue trayendo salvación, restauración, salud, liberación y abundancia de gozo, paz y amor en todos aquellos que la reciban y la crean. Por tanto, hermano, procuremos presentarnos ante Dios y su Palabra con un corazón humilde y receptivo cada que la leamos y escuchemos, para que esta cumpla su propósito en nuestro corazón, transformando nuestra vida y glorificando a Dios, al compartirla de forma natural, humilde y con amor a las personas con las que nos comunicamos.

Pastor: Lorenzo Reséndiz Arvizu