“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con DIOS, y el Verbo era DIOS” Juan 1:1.

A inicios del cristianismo un presbítero de Alejandría llamado Arrio había aseverado que Jesucristo era un ser creado provocando confusión y error entre la cristiandad, y la  necesidad en el año 325 de convocar al primer concilio en la ciudad de Nicea para debatir el arrianismo. Como respuesta apologética de la iglesia surge el credo niceno abanderando el cristianismo con la declaración de fe: “verdadero DIOS de DIOS verdadero, engendrado, no hecho, consubstancial con el Padre”.

El tiempo no ha rezagado el arrianismo estando presente en la secta de los testigos de Jehová quienes afirman que Jesucristo es inferior al Padre, un ser creado. Fundamental comprender que la entonces representación de la iglesia del primer siglo condenó la aseveración que denigraba la deidad y divinidad del Mesías, jamás fue aceptada como doctrina sino tildada de herejía. No es en estos tiempos actuales sea rechazada esa concepción sino en los inicios del cristianismo que fue condenada y prohibida su enseñanza.

 ¿Cuál es el porqué de la confusión? El no conocer a DIOS como una unidad en deidad indivisible en una tripartita personalidad; es decir, DIOS es UNO pero revelado en TRES PERSONAS. Es evidente que Jesucristo como HIJO no representa al PADRE ni al ESPÍRITU SANTO porque son Personas distintas; sin embargo, los tres son un solo DIOS. Jesucristo como Hijo no fue creado porque su SER no data de su nacer, Él es antes con DIOS de acuerdo a la revelación bíblica de Juan 1:1 siendo DIOS mismo. Jamás se revela una creación sino una concepción (Lucas 1:31). El Verbo divino encarnado (Juan 1:14) siendo engendrado por el Padre y concebido por una joven judía quien en la visitación del ángel Gabriel recibe la revelación de que el Santo Ser nacería y no sería creado.

Ontológicamente es imposible argumentar una creación de Jesucristo porque implicaría negar su deidad y desechar la enseñanza bíblica de que en Él habita corporalmente toda la Plenitud de la Deidad (Colosenses 2:9). Es imposible, pues, concebir a Jesucristo haya sido creado porque es DIOS mismo.

DIOS se encarnó en la Persona de Jesucristo, su HIJO, y no en un tiempo fue creado por el Padre para ser enviado al mundo como un dios inferior a Él. Jesucristo es nuestro Señor, nuestro Salvador, y DIOS mismo con nosotros. Cree, predica, y practica esta verdad bíblica.

Pbro. Sergio Jonathán Lozano Luna.