Después de resucitar, el Señor estuvo en la Tierra durante 40 días presentándose a más de 500 personas distintas; al final de este periodo se reunió con sus discípulos para darles instrucciones finales, después de lo cual los llevó a una colina cerca de Betania y, mientras los bendecía con sus manos, fue llevado arriba y le recibió una nube. Los discípulos miraban al cielo contemplando el suceso cuando se les aparecieron dos ángeles con el siguiente mensaje: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo…

Recientemente se estrenó otra película sobre Superman, este personaje ficticio creado en 1933 y llevado al cine desde los años 40′s; el personaje vuela, tiene fuerza extraordinaria, lanza rayos desde sus ojos, es vulnerable a cierto mineral alienígena y dedica su vida adulta a salvar a los seres humanos de amenazas internas y externas… Pero tristemente todo esto es imaginario y la verdad es que el único ser que ha volado sin el uso de aparatos que le ayuden fue nuestro Señor. Una seria teoría que responde a la pregunta de porqué eligió esta forma para irse en lugar de simplemente desaparecer ante sus ojos, dice que, dado que esto ya lo había hecho durante los 40 días previos, el Señor escogió dejar a sus discípulos de una forma distinta con la que les quedara bien claro que había terminado el tiempo de su presencia física con ellos.

La verdad es que toda la vida del Señor esta llena de eventos sobrenaturales: Su nacimiento de un seno virginal en un lugar específico previamente profetizado y confirmado en la fecha por ángeles; su manera de asombrar a los “grandes hombres” en el templo cuando tenía solamente doce años; lo excepcional de su bautismo apoyado por un cielo abierto, una voz y una paloma; sus milagros de sanidad, multiplicación de alimento y control del mar y el cielo, el caminar sobre el agua, su transfiguración, su habilidad de resucitar a dos personas ya muertas y la de echar fuera demonios tanto débiles como fuertes; su propia resurrección… y al final, subir al cielo ascendiendo hasta llegar a las nubes… Hermanos, Jesús es el verdadero super-hombre, el real, el que no es vulnerable a nada sino que es todopoderoso, el que no es orgulloso sino que nos enseñó con su ejemplo lo que es un corazón de siervo, quien, aunque puede destruirnos, prefiere amarnos y ayudarnos. A diferencia del imaginario que llegó de otro planeta y que trabaja solo, el verdadero super-hombre creó el nuestro, lo sustenta con su mano derecha y tiene a su servicio a seres de gran poder que también nos ayudan y defienden.

Lo ilógico en todo este asunto es que la idea de los superhéroes imaginarios nos resulte tan agradable, emocionante y divertida, pero que la idea de Dios hecho hombre cause tanto conflicto a los seres humanos del siglo XXI; debería ser más fácil para nosotros, que contamos con tanta tecnología y tantas versiones imaginarias de la realidad, el poder creer en Jesús y su vida sobrenatural pero tal parece que es más difícil aun que para los humanos de siglos pasados… El verdadero super-hombre vino a salvarnos, no en forma temporal sino eternamente y sólo es cuestión de tiempo para que lo veamos venir nuevamente con demostraciones de poder aún mayores que las anteriores… ¿Crees en esto? ¿Es posible para ti creer en Jesús? ¿Le contarías a otros la historia de Jesús, tu superhéroe? ¿Recomendarías a otros vivir la experiencia más emocionante de formar parte del equipo del Salvador del universo?

Pbro. Efraín Reyes Bonilla