Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


El poder creativo de la lengua


Larry Huch del libro “10 maldiciones que bloquean la bendición” 

El camino número uno por el cual una maldición puede llegar a su vida y bloquear sus bendiciones está en las palabras que usted se expresa a sí mismo y a otros. Muchas veces nos maldecimos a nosotros mismos por medio de las palabras que expresamos. Todos hemos oído enseñanzas acerca de la prosperidad y las bendiciones de Dios. Tengo que admitir que cuando por primera vez fui salvo, yo acostumbraba a hacer mofa de aquellos que enseñaban acerca del poder que cada uno de nosotros tiene por medio de las palabras que pronunciamos al decir cosas como: “Nómbrela y reclámela”, “publíquela y tómela”. Pero a medida que empecé a estudiar la Palabra de Dios, llegué a entender que cada uno de nosotros tiene el poder de la vida o la muerte, de bendecir o maldecir, con las palabras que decimos y las palabras que permitimos otros digan acerca de nosotros, nuestras vidas, nuestros hijos, nuestros matrimonios, nuestras finanzas y todo lo demás. Las palabras pueden liberan las promesas de Dios, las palabras también pueden bloquear las promesas de Dios. Existe una fuerza creativa detrás de las palabras que expresamos. Cuando Dios dice que hay vida y muerte en la lengua (Prov. 18:21) no debemos descartar esta advertencia ¡porque proviene de la boca del mismo Dios!. ¿Por cuáles cosas está usted esperando ahora? ¿Cómo está su fe y sus palabras conectadas para eliminar la maldición y liberar la bendición? Eche un vistazo a Hebreos 11:1 “Es pues la fe la certeza de lo que se espera la convicción de lo que no se ve”. Aquí Dios nos está extendiendo una invitación amplia, sin límites y sin fronteras. “Lo que se espera” es eso que usted espera para su vida y los suyos, las palabras negativas dichas por usted mismo o por otros bloquean la bendición que tendría que venir. Es hora de romper la maldición, de recordar las palabras dichas en su vida que le han maldecido. Miremos la palabra esperanza.  Usamos esta palabra todo el tiempo. Yo espero levantar eso. Yo espero conseguir ese nuevo empleo. Yo espero que el examen del médico salga positivo. Cuando empleamos la palabra esperar, nos estamos dando una oportunidad mitad y mitad. “Quizás sucederá, quizás no”. Esta no es la misma intención del pensamiento que  Dios dio en la frase “lo que se espera”. Esperar aquí significa “algo que yo espero con anhelo” que suceda completamente. En Juan 21:15-17 Jesús le pregunta a Pedro ¿me amas?, ¡tres veces le pregunto!. ¿Con una vez no bastaba? No, no era suficiente, era necesario romper la maldición que Pedro acarreó al negarlo tres veces. ¿Ha expresado usted palabras negativas sobre sus finanzas, sus hijos o su matrimonio? Por cada palabra negativa que usted ha dicho, necesita eliminar esa maldición y liberar la bendición expresando palabras positivas. Mantenga sus ojos puestos en las promesas de Dios no en el tamaño de sus problemas, declárelas y crea que recibirá, pues Jesús ha pagado con su sangre cada una de ellas.