Wasihngton #513 Ote. Monterrey N.L. 8:00 a.m., 10:00 a.m., 12:00 p.m., 2:00 p.m. y 6:00 p.m.


EL PASTOR Y LAS OVEJAS


El Salmo 23 comienza diciendo “El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar”. Un pastor de ovejas comienza a pastorear como a las 4 de la mañana. Las ovejas caminan constantemente mientras van pastando. A media mañana, las ovejas están calurosas y sedientas. Pero el pastor entendido sabe que las ovejas no deben tomar agua cuando están acaloradas o con el estómago lleno. Por eso las lleva a descansar en pastos verdes, en un lugar fresco. “…Junto a aguas de reposo me pastoreará” La oveja es muy tímida. Se asusta con las corrientes de agua, pues no puede nadar. En el agua, su lana se empapa y la hunde. Por eso, el pastor la lleva hacia aguas tranquilas, o con unas cuantas piedras forma una pequeña poza, donde pueda beber sin temor hasta el más pequeño corderito. “…Confortará mi alma…”. Cuando las ovejas salen a pastar, cada una coge su lugar en el rebaño. Sin embargo en algún momento del día, cada oveja corre hacia su pastor. Con cariño él le frota las orejas, dándole seguridad y ánimo. “Me guiará por sendas de justicia, por amor de su nombre…” Los campos de Palestina, estaban cubiertos de caminos estrechos, por los cuales los pastores llevaban a sus ovejas. Un perro o un caballo si se pierden, pueden encontrar el camino de regreso. Una oveja no. Y además es muy corta de vista. Ellas siguen al pastor por cualquier camino, sabiendo que él siempre las lleva a un buen lugar. “Aunque ande por valle de sombra y muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo. Tu vara y tu cayado me darán aliento…” La oveja es un animal indefenso, presa fácil para los animales salvajes. Pero el pastor lleva una vara, para protegerla. También  lleva un cayado de 2 metros de largo, que es curvo en un extremo. Cuando una oveja se desbarranca el pastor puede levantarla con el cayado y volver a ponerla en el camino. Además, las ovejas no sienten miedo cuando el camino se hace angosto y difícil porque el pastor va con ellas. “Preparas la mesa delante de mí, en presencia de los que me angustian. Unges mi cabeza con aceite mi copa está rebosando…” En los suelos de la Tierra Santa crecen plantas venenosas o con espinas, que son fatales para las ovejas. El pastor tomaba su azadón, y arrancaba y quemaba estos enemigos de las ovejas.

Nosotros somos ovejas y Dios es nuestro pastor, pero ha encargado hombres y mujeres  con este llamado para cuidar a sus ovejas . La función de un pastor no es fácil, es una tarea ardua. Nosotros podemos apoyarlos con lo siguiente: 1- Ore por su pastor: ore por guianza, protección, amigos saludables, por su matrimonio y su familia.
2- Proteja a su pastor de la mejor manera posible, no permita el chisme ni la crítica. ¿Cómo podría usted servir y solucionar los problemas para evitar la sobrecarga del pastor?
3- Anime a su pastor. Déle gracias por su trabajo y su ministerio. Déle gracias por su sacrificio. Dígale de algún tiempo específico en el cual usted o alguien que usted conoce experimentó un cambio de vida en la iglesia. Honre a su pastor delante de otros. Déjele saber que está orando por él.