La gran catástrofe de crisis familiares que vivimos hoy en día que provoca divorcios, violencia doméstica, hijos abandonados, abortos, abusos sexuales, rebeldía, pandillas, delincuencia, drogas, etc, está fundamentada en la carencia de atención y cuidado de los esposos entre sí y de los padres a los hijos.
El tiempo no se puede ahorrar, sino que pasa, no retrocede y es imposible de recuperar. Es evidente que vivimos tiempos muy acelerados, de mucho trabajo, muchas exigencias, mucho estrés. Las responsabilidades, las actividades y compromisos aumentan cada día. No es fácil administrar el tiempo para cumplir con todo.
Eclesiastés 3:1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. La Biblia nos enseña que todo en la vida debe tener un tiempo asignado para cada cosa. Eso nos habla de una planificación que debe fundamentarse en un orden de prioridades.
El tiempo de la familia es un tiempo sagrado. Si lo más valioso en la vida de todo ser humano es la familia, entonces se debe tener un tiempo asignado a fortalecer las relaciones familiares. ¡Ese tiempo de la familia, no es negociable! Tu cónyuge y tus hijos necesitan tiempo de calidad. Entiéndase tiempo de calidad como tiempo de cuidado y atención.
Proverbios 27:23 Sé diligente en conocer el estado de tus ovejas y mira con cuidado por tus rebaños. Si Dios nos manda a ser diligentes con nuestros bienes terrenales, cuanto más importante será cuidar del tesoro más valioso que nos ha dado: nuestra familia.
Mateo 24:43 Pero sabed esto, que si el padre de familia supiera a qué hora el ladrón habría de venir, velaría y no lo dejaría entrar en su casa. Un padre de familia es uno que cuida de su hogar, que está pendiente de los riesgos que corren su esposa y sus hijos y está siempre velando por el bienestar de su familia.
Si los riesgos hoy en día son abundantes, más importante que nunca es el cuidado de la familia. Es una prioridad delante de Dios. De nada nos servirá obtener grandes triunfos académicos o materiales si perdemos la familia. Es imposible que una persona alcance el gozo y la felicidad en la vida si se pierde su familia.
El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia. Gilbert Keith Chesterton (1874-1936) Escritor británico.
Toma una decisión hoy. Lucha y defiende lo más importante de tu vida: tu familia. Organiza y planifica la administración de tu tiempo para que tu esposa(o) tenga el tiempo que merece y necesita; y para que sus hijos tengan el tiempo y el cuidado que cada uno de ellos necesita.
Reúne a tu familia, pídales perdón por haberles robado el tiempo de ellos y establezcan tiempos de familia, que serán para tiempos de atención mutua para compartir, para conocer las necesidades y los avances de cada miembro de la familia, para planificar actividades juntos.
Tomado del Ministerio “Libres para amar”
Líderes de Escuela de Familias Trinidad: Ricardo y Blanca Flores