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El lenguaje de la Escritura


“Y dijo DIOS: Sea la luz; y fue la luz”. Génesis 1:3.

La época actual conocida como posmodernidad se opone a todo escrito alegando que las sociedades construyen el significado a través del lenguaje. Aseveran que el significado de las palabras es una construcción social, siendo así, la Biblia para el posmoderno es una metanarrativa, una opresión social que mediante el significado que le da a las palabras oprime al individuo.

 La Biblia es la Palabra de DIOS y no una propuesta a seguir. El abandono de la fe propicia que se incurra en la mentira de descalificar la Escritura como la Verdad absoluta, en tal situación se es orientado por el sentir y no por el consejo de la Palabra de DIOS. La Biblia no fue escrita para una sociedad en particular, no está basada a una época en específico, su vigencia siempre será, hablará en todo momento al hombre teniendo la facultad de convertir su alma (Salmo 19: 7). La iglesia no debe acceder al engaño posmoderno de descalificar la Escritura como el criterio a seguir, debe tenerla como la base de su pensamiento y quien determine sus decisiones. Sea la Biblia el  lenguaje que revela el significado de cada palabra, concepto e idea de la iglesia. Evidentemente, para el posmoderno lograr desconstruir el lenguaje bíblico, le permitirá construir su propia realidad donde no existan límites para su libertad ocasionando un abandono de la razón y una renuncia a hallar los beneficios de retener la Palabra de DIOS en el corazón.

 ¿Qué dice la Escritura de sí misma?

1.- “Porque Él dijo, y fue hecho; Él mandó, y existió” (Salmo 33:9). Este versículo es la evidencia contundente que el precedente de toda existencia es la Palabra de DIOS. Cada cosa creada adquiere su significado mediante la Palabra de DIOS.  Porque DIOS es quien llama a las cosas que no son como si fuesen (Romanos 4:17b), ordenándose todo a su declaración (Mateo 8:13). La Palabra de DIOS es creadora, la autora de toda vida y del significado de la misma.

 2.- “Lámpara es a mi pies tu Palabra, y lumbrera a mi camino” (Salmo 119:105). Si la iglesia desacredita la Escritura como su parámetro quien determina su criterio, el mundo verá su oscuridad y no la luz de Cristo. La Biblia es lámpara que no debe ser apagada, debe aluzar principalmente a la iglesia (1ª Timoteo 4:12) para luego ser luz del mundo. Cada decisión de ella debe no estar basada sobre sus ideales u opiniones sino de acuerdo a sus mandamientos y principios. Si una distorsión al lenguaje bíblico surgiere, hay que desecharlo manteniendo la fe sobre que la Biblia es la Palabra de DIOS, y es perfecta.

3.- “Cuando su lámpara resplandecía sobre mi cabeza, y a su luz caminaba yo en las tinieblas” (Job 29:3). Hay tantos episodios de la vida que requieren la claridad de la Palabra de DIOS para conservar la esperanza. No existe un entendimiento correcto de lo vivido en tanto el lenguaje de la Escritura no interprete cada momento difícil, y guíe como una luz de esperanza hacia la paz y cordura. No sólo la Biblia da el significado a cada palabra y cosa creada, además, es la única que puede interpretar correctamente cada momento de prueba. La Biblia da sentido a cada momento vivido, aún y cuando a la razón y experiencia no los tengan.

 Descalificar la Biblia como la Verdad absoluta hará de la iglesia y sociedad un barco a la deriva. Sea la Escritura el lenguaje que dé significado a tu toda tu vida.

Pbro. Sergio Jonathan Lozano Luna