La Biblia nos recuerda que «Nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio. ¿Quién puede comprenderlo?» Jeremías 17:9. Todos tenemos la inclinación a minimizar la vulnerabilidad, la debilidad y la pecaminosidad de nuestros corazones. Es por eso que se nos insta sin cesar a guardar nuestros corazones. El amor que protege será para tu matrimonio, como eran los antiguos castillos para sus habitantes. Te ayudará a rechazar ataques dirigidos a tu matrimonio desde adentro y desde afuera. El amor que protege te mantendrá concentrado en lo que debes: en tu primer amor. Sin el amor que protege, corres el riesgo de desconectarte de tu cónyuge y  de conectarte con otras personas, cosas o actividades que te alejarán de tu cónyuge, llevándote incluso hacia el divorcio emocional o legal. Cuando proteges tu corazón, cuidas todo lo que es más importante en tu vida. Proteges al amor con el que siempre soñaste. ¿Qué más quieres que un cónyuge que ame a Dios, que te ame a ti más que a nada en esta tierra y que esté comprometido contigo de manera incondicional, cuyo corazón sea puro y verdadero? Por eso necesitas la fortaleza del amor protector alrededor de tu corazón y de tu relación. El objetivo de Satanás es separarlos a ti y a tu cónyuge. En este mismo momento, se encuentra trabajando de manera sutil a fin de lograr este objetivo. Dicho de manera sencilla, tu corazón es la esencia de lo que eres. Es todo. Es la fuente de toda vida. En nuestra cultura, hemos descuidado esta verdad a la par que declaramos que la mente es el centro de nuestro ser. Cualquier erudito hebreo de los tiempos bíblicos hubiera debatido: de ninguna manera. La vida fluye del corazón. Todo lo que hacemos y todo lo que hacemos hasta nuestro destino, emana de esa profunda fuente interior. Usada en un sentido literal y concreto, la palabra hebrea para corazón se refiere al órgano interno que bombea sangre desde nuestro pecho. Sin embargo en el uso metafórico, el corazón se convierte en el término bíblico más rico para referirse a toda nuestra naturaleza interna e intangible que comprende las emociones, la conciencia, el pensamiento y la voluntad. Es probable que ya hayas experimentado el dolor que viene como resultado de los severos ataques a tu corazón. Hasta quizá hayas probado la humillación de una derrota mayor en tu matrimonio. Una estrategia poderosa y efectiva es, que como matrimonio, pasen un tiempo diario en oración, unos momentos a solas con Jesús, hará que se quiebren las barreras de la distancia y del desamor. Esta es una forma de proteger el corazón, el amor y a mi cónyuge.

TOMADO DEL LIBRO: MATRIMONIO A PRUEBA DE DIVORCIO. DR. GARY Y BARBARA ROSBERG